El parlamento iraquí declaró irregulares las elecciones legislativas que debían renovar ese mismo órgano, revocó la Comisión Electoral y convocó a repetir el conteo de los votos.

El anuncio fue seguido de una serie de estallidos de violencia en Bagdad, con saldo de 18 muertos.

Aunque denunció la maniobra del parlamento saliente, el vencedor de las elecciones anuladas, Moqtada al-Sadr (a la izquierda en la imagen), llamó a los iraquíes a no recurrir a las armas.

Un incendio destruyó una de las 4 instalaciones donde se almacenan las máquinas de votar y las boletas utilizadas por los electores pero no parece que ese incidente impida el conteo manual de los votos.

El primer ministro saliente, Haider al-Abadi, denunció a los parlamentarios que se niegan a reconocer su derrota y que pretenden realizar nuevas elecciones generales en vez de un nuevo conteo de los sufragios. Sólo la Corte Suprema de justicia tiene potestad para anular la elección realizada.

Moqtada al-Sadr anunció que ha ampliado la coalición que había formado con los comunistas, uniendo a ella la Alianza de la Conquista. Esta formación, que quedó segunda en la elección que acaba realizarse, se compone de ex combatientes favorables a Irán y enemigos de los yihadistas. La nueva coalición tendrá en el nuevo parlamente 141 de los 165 escaños necesarios para lograr la mayoría.