El presidente estadounidense Donald Trump parece haber declarado en la cumbre del G7 celebrada en Charlevoix (Canadá) que la OTAN es tan perjudicial como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y que cuesta demasiado dinero a Estados Unidos [1].

Durante la campaña electoral que antecedió su elección como presidente de Estados Unidos, Donald Trump se había referido a la OTAN calificándola de «obsoleta» y, hace sólo unos días, el Departamento de Estado denegó una visa especial al político español Javier Solana, ex secretario general de la OTAN, supuestamente por su implicación a favor del acuerdo 5+1 con Irán (JCPOA).

Después de su llegada a la Casa Blanca, el presidente Trump señaló en una carta enviada a una decena de países miembros de la OTAN que es imposible justificar que Estados Unidos siga apoyando militarmente a aliados que no respetan sus compromisos financieros.

Durante el encuentro cumbre previsto para el 16 de julio, en Helsinki, entre el presidente estadounidense y su homólogo ruso, Vladimir Putin, probablemente se abordará el cese de los simulacros de guerra que la OTAN viene realizando a las puertas de Rusia.

Una reunión cumbre entre los países miembros de la OTAN tendrá lugar en Bruselas el 11 y el 12 de julio próximos, justo antes del encuentro de Helsinki entre los presidente de Estados Unidos y la Federación Rusa.

[1Scoop: Trump’s private NATO trashing rattles allies”, Jonathan Swan, Axios, 28 de junio de 2018.