El gobierno regional del Kurdistán iraquí ha instituido un impuesto islámico para las empresas pertenecientes a cristianos.

Este impuesto, que apareció a fines de junio en Ankawa, distrito de Erbil, ciudad donde los cristianos son el 80% de la población, es una deformación de la yizia, un antiguo impuesto musulmán que pagaban los varones no musulmanes por no incorporarse al ejército. Inicialmente presentado como una iniciativa de las autoridades de esa ciudad, ese impuesto acaba de implantarse también en la ciudad de Semel.

Al mismo tiempo, los kurdos del YPG –organización armada que cuenta con el apoyo de Estados Unidos, Israel y Francia– invadieron y ocuparon dos localidades cristianas en Siria, Tal Yazira y Tal Baz, al borde del río Khabur.

Durante los 3 últimos años el YPG ha sustituido por la fuerza a los maestros de las escuelas cristianas en el norte de Siria, donde los niños han sido obligados a abandonar la lengua árabe y seguir un programa de enseñanza impuesto por profesores kurdos y en lengua kurda [1].

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[1«Estados Unidos e Israel inician la colonización del norte de Siria», Red Voltaire, 1º de noviembre de 2015.