En 2016, al-Qaeda instauró un Emirato Islámico en el puerto yemenita de Al-Mukalla y abarcó 200 kilómetros de costa adyacentes [1].

Implantado en el territorio que había pertenecido a un antiguo emirato histórico, el puerto de Al-Mukalla domina la salida del Golfo de Adén, lo cual permitía a al-Qaeda cobrar un derecho de tránsito a los barcos que circulaban por esa vía. Los yihadistas percibían así alrededor de 2 millones de dólares diarios.

A pesar de la oposición de la población local, al-Qaeda imponía su “modo de vida” a través del terror (ver foto).

Finalmente, la coalición conformada alrededor de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos acabó expulsando a al-Qaeda de ese puerto.

Al menos eso era lo que se creía hasta ahora ya que la agencia Associated Press acaba de revelar que en realidad hubo un acuerdo negociado con al-Qaeda. Durante la negociación, el jeque Abdullah al-Maysari fungió como representante de al-Qaeda.

Después de la conclusión del acuerdo, 3 000 combatientes de al-Qaeda salieron de al-Mukalla en una sola noche, llevándose todo su armamento y dejando las puertas de la ciudad abiertas ante los “libertadores” emiratíes, que entraron allí sin disparar un tiro.

“Details of deals between US-backed coalition, Yemen al-Qaida”, Maggie Michael, Associated Press, 6 de agosto de 2018

[1«Al-Qaeda crea el Emirato Islámico de Mukalla», Red Voltaire, 8 de abril de 2016.