El 13 de agosto de 2018, Jeremy Hunt, secretario de Estado británico para las Relaciones Exteriores, aseguraba ante la Cámara de los Comunes que deploraba el voto de 2013, mediante el cual el Parlamento británico se opuso a una intervención militar contra el «régimen de Assad» (sic).

Sin embargo, The Times afirma en su edición del 21 de agosto que Londres va a reducir sus programas de apoyo a las zonas «rebeldes» en Siria.

Hasta este momento, el Reino Unido sigue financiando supuestos colectivos locales en la región siria de Idlib, aún ocupada por grupos yihadistas expulsados del resto de Siria. Prácticamente cada localidad de Idlib está en manos de grupos armados diferentes, que a menudo luchan entre sí.

Turquía, Reino Unido y Francia garantizan el abastecimiento de los elementos armados presentes en Idlib. Pero lo más importante es que el ejército turco y las SAS (fuerzas especiales británicas) ocupan de facto esa región de Siria.

Por su parte, el Ejército Árabe Sirio prepara actualmente, con apoyo de fuerzas rusas, la ofensiva contra los yihadistas aún presentes en la región de Idlib.