Monseñor Makarios, obispo copto de la ciudad egipcia de Menia (Al-Minya), acusó a las autoridades egipcias de pasividad ante el recrudecimiento de los ataques islamistas contra los cristianos.

Hace dos semanas, varios islamistas atacaron la casa de un cristiano en Ezbet Zoltan por sospechas de que era utilizada como iglesia. Otro incidente similar se registró la semana pasada en la vecina localidad de Demshav Hachem. Tres hombres, entre ellos uno de los asaltantes, resultaron heridos.

Desde la época de la ocupación otomana, los cristianos egipcios han estado obligados a obtener una autorización del Estado para construir iglesias. En 2016, una ley que supuestamente debía facilitar las relaciones intercomunitarias transfirió a la policía la posibilidad de autorizar la creación de iglesias. Pero gran cantidad de policías mantienen vínculos con los islamistas y asisten a sus mezquitas. Actualmente, más de 150 ciudades egipcias con nutridas comunidades cristianas están en espera de autorizaciones para la construcción de iglesias.

El presidente egipcio Abdel Fattah al-Sissi, quien se había comprometido a resolver ese problema en ocasión de la navidad copta de 2016, no ha reaccionado públicamente ante los últimos incidentes.