Una “guerra interna” entre generales se ha desatado en el Ejército Mexicano por la sucesión al frente de las Fuerzas Armadas y en espera de que el presidente electo Andrés Manuel López Obrador designe al próximo general de cuatro estrellas que sustituirá a Salvador Cienfuegos Zepeda, secretario de la Defensa Nacional (Sedena).
Mientras 10 generales se han visto muy activos en los últimos meses para que su jefe, el general Cienfuegos, los incluya en la propuesta que habría de entregar a López Obrador, algunas áreas responsables de la asignación de contratos de obras y servicios para la Defensa han dado rienda suelta al cobro de comisiones y sobornos por “favores” hechos a empresas privadas.
Esta corrupción no es nueva y se ha hecho durante todo el sexenio, ante la imposibilidad de los mandos del Ejército para combatirla y sancionar a los responsables, lo que hace pensar en la complicidad que conlleva.
Para cumplir con los elevados estándares de honestidad que se ha propuesto el próximo jefe del Ejecutivo –y por lo cual más de 30 millones de mexicanos le dieron su voto–, deberán ser muy cuidadosos en la designación del próximo secretario de la Defensa o de lo contrario la corrupción en las Fuerzas Armadas continuará sin freno.
El problema que se tiene allí es que en muchas compras de equipo y contratación de servicios no hay licitaciones porque, al supuestamente tratarse de asuntos de “seguridad nacional”, se asignan directamente. Bajo ese argumento, la Sedena realiza contratos con proveedores privados extranjeros por miles de millones de pesos sin transparencia alguna, lo que fomenta la corrupción.
En medio de esa crisis de corrupción que desde hace años enfrenta la Oficialía Mayor de la Sedena, hay un caso que debería preocupar y que ocurrió el 24 de julio pasado a las 8:40 de la mañana, en el vestidor de hombres anexo al área de quirófanos del Hospital Central Militar (HCM), en donde un médico anestesiólogo contratado por la empresa Dimesa (Distribuidora Internacional de Medicamentos y Equipo Médico, SA), que según reporte entregado a las autoridades del hospital se llama Enrique Villavicencio, habría sido sorprendido supuestamente drogándose con el narcótico fentanilo, que es utilizado en medicina para anestesia y que tiene una potencia superior a la morfina.
Personal del hospital asegura que dicho médico responsable de aplicar anestesia a militares internos que son atendidos en el HCM fue despedido de inmediato; sin embargo, nunca se elaboró reporte alguno por parte del Departamento de Anestesiología y se dejó a la empresa privada que decidiera sobre esa anomalía que puso en riesgo la vida de pacientes en ese nosocomio.
De este caso ya está enterado el general José Luis Ojeda Delgado, director general de Sanidad Militar, quien además es el médico cardiólogo de cabecera del secretario Salvador Cienfuegos, aunque al parecer en la Defensa prefieren guardar silencio y permitir abusos de empresas privadas que proporcionan malos servicios.
En la queja que llegó a manos del general Ojeda, se especifica que el anestesiólogo despedido había sido contratado por Dimesa, empresa a la que le adjudicaron un contrato de 1 año, por 102 millones 286 mil 715 pesos, para que proporcionara el “servicio para la especialidad de anestesiología del Hospital Central Militar”.
Se explica que se trata de la licitación pública electrónica número 007000999-E479-2018, convocada el 17 de marzo de 2018 y que en primera revisión se declaró desierta. Oficialía Mayor de Sedena continuó con el proceso sin convocar a una nueva licitación y sólo emitió una solicitud de cotización mediante oficio No-RM-57-III-08746, con fecha 6 de junio pasado, y 5 días después informó que “aceptó la mejor propuesta”.
El otorgamiento del fallo se dio bajo el argumento de que el proveedor cumplía con los requisitos establecidos por el HCM-SEDENA. Sin embargo, en el contrato se establece que es motivo de recisión “la falta de alguno de los anestesiólogos o del team operativo en una operación a un paciente que requiere anestesia”. En este supuesto estaría el médico despedido.
El documento de queja agrega que apenas 2 semanas antes de iniciar la licitación, Dimesa reclutaba muy activamente a los mismos médicos contratados por otras empresas que proporcionan el mismo servicio, lo que revela que al momento de presentar su propuesta no contaba con los recursos humanos suficientes para cumplir con los requisitos, lo cual afecta el servicio de anestesiología que requiere el Hospital Central Militar.
A pesar de esas deficiencias, la Oficialía Mayor dio por buena la propuesta y le adjudicó el millonario contrato. Esto, según cuentan en el hospital militar, causó malestar al jefe de servicios de Anestesiología por el riesgo que implica para dar una adecuada atención a los militares que lo necesiten.
De acuerdo con la queja que llegó al HCM, al momento de iniciar el servicio de anestesiología, el 1 de julio, había escases de personal y falta de equipo, tales como: tres médicos anestesiólogos, cuatro auxiliares de anestesia, colchones térmicos y sus respectivas bombas, y mangueras de oxígeno para habilitar equipos de anestesia.
Comisiones del 25 por ciento
Hace unos meses llegó hasta la oficina del secretario de la Defensa una queja empresarial en contra del oficial mayor de la Sedena, general Eduardo Emilio Zárate Landero, y de su asesor el coronel Efraín Montesinos Santiago, a quienes proveedores señalaban de pedir supuestamente comisiones de hasta el 25 por ciento para otorgar contratos de obras y servicios.
Se trata de tres denuncias presentadas respectivamente en la Presidencia de la República, en la Procuraduría General (PGR) y en la Secretaría de la Función Pública (SFP), en donde despacha la abogada Arely Gómez. En una de esas quejas que contiene el sello de recibido en la SFP, con fecha del 2 de marzo de 2018, se afirma lo siguiente:
“Maestra Arely Gómez González, secretaria de la Función Pública:
“Por medio de la presente me dirijo a usted por este medio, ya que somos un grupo de empresarios que estamos impactados con el grado de corrupción que existe en la SEDENA, ya que cabe mencionar que esta carta es por la necesidad URGENTE de que se tomen acciones en concreto para detener estos actos de corrupción y extorsión, lo que le cuento a continuación es lo que lamentablemente está pasando, yo en lo personal soy un empresario dedicado al sector médico y área farmacéutica en general, quiero mencionar que llevo años trabajando con gobierno en especial con SEDENA siempre dando un excelente servicio y cumplimiento con todo, jamás he tenido problemas, sin embargo hace un par de meses cuando el nuevo oficial mayor tomó cargo en su puesto en SEDENA, para ser más precisos el general de División Eduardo Emilio Zárate Landero, me empezó a solicitar el 25% de comisión para autorizarme contratos, y no solamente a mí, sino que también a otros colegas empresarios, con los cuales tuvimos una reunión y llegamos al acuerdo que esto ya es insostenible, esto es porque es una extorsión constante por parte del General de División hacia nuestras empresas y hacia nosotros como personas, mencionando además que ese dinero es para el señor Presidente de la República Mexicana Enrique Peña Nieto, siendo esto falso porque todo el dinero se lo queda él.
“Hoy en día las prestaciones económicas de este señor son insaciables, siendo que además nos menciona que por ser GENERAL es intocable y que o le entramos o le hagamos como queramos y que si se nos ocurre quejarnos habrá más consecuencias muy negativas o nefastas hacia nuestras empresas o persona, siendo el caso que dicho GENERAL nos amenaza diciendo que es amigo del Presidente de la República y del Secretario de Defensa Salvador Cienfuegos o quien no dé esa cuota hará todo lo necesario para sacarlos de la licitación, por lo anteriormente expuesto solicito su ayuda y apoyo para que abran las correspondientes investigaciones a efecto que castigar los hechos anteriormente mencionados y se llegue hasta las últimas consecuencias a quienes resulten responsables de hacer negocios ilegales en el gobierno así como extorsionar y cometer abusos, somos un grupo de empresarios que estamos ya inconformes y sólo queremos que se haga justicia [sic]”.
Estamos a 3 meses de que concluya la actual administración y todo hace creer que será hasta el próximo gobierno cuando se atiendan estas denuncias de corrupción.
Dimesa confirma despido de anestesiólogo adicto al fentanilo
Guadalajara, Jalisco, agosto 29 de 2018Asunto: Nota aclaratoria
Lic. Miguel Badillo
Director Revista CONTRALÍNEA
Presente.
Estimado Don Miguel:
Me es grato saludarlo y comentarle, respecto de su publicación en el sitio web de CONTRALÍNEA, titulado “Problemas en Hospital Central Militar”, queremos informar lo siguiente:
1.- La empresa Distribuidora Internacional de Medicamentos y Equipo Médico, S.A. de C.V. (DIMESA), es una compañía dedicada a la distribución, comercialización y administración de los servicios para la dispensación de medicamentos e insumos para la salud con personal capacitado y certificado, cumpliendo con estándares de calidad.
Durante más de 10 años, DIMESA ha colaborado con dependencias e instituciones del Sistema Nacional de Salud (SNS), así como Organismos Públicos Descentralizados (OPD) y otras instancias de la administración de los tres niveles de gobierno, con base en el Código de Ética que regula a la Industria Farmacéutica mexicana y la promoción de los valores que rigen la Compañía: Humildad, Honestidad, Responsabilidad, Empuje y Respeto a la Persona con Justicia.
2.- En referencia a la conducta inapropiada que realizó la persona que se menciona en el contenido de la publicación, queremos enfatizar que DIMESA lamenta el incidente y ofrece una disculpa por el agravio al buen nombre del Hospital Central Militar. El colaborador, médico responsable del Servicio Integral de Anestesia (SIA), fue despedido inmediatamente y, desde la fecha en la que sucedió el incidente, estamos apoyando a las autoridades para deslindar responsabilidades.
3. Es importante enfatizar que con relación al proceso de Licitación Pública Nacional No. 007000999-E479-218, DIMESA presentó y cumplió con los procedimientos exigidos por la Ley aplicable en la materia para participación en dicho concurso; el expediente se encuentra bajo resguardo del área responsable en dicho nosocomio.
Sin más por el momento quedamos a sus órdenes, poniendo a su consideración la información expuesta para el conocimiento de la opinión pública, reconociendo la objetividad y pluralidad que caracteriza al medio que usted dirige [sic].
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