La presencia de yihadistas entre los inmigrantes que están entrando en los países de la Unión Europea parecía hasta ahora anecdótica. Pero Grecia acaba de hacer sonar las alarmas al denunciar su arribo masivo.

Desde que Rusia y Turquía firmaron su acuerdo en Sochi más de un millar de elementos combatientes del Emirato Islámico (Daesh) y de al-Qaeda han sido discretamente exfiltrados de la región de Idlib, en Siria, por el MIT (los servicios secretos de Turquía).

Entre los nuevos inmigrantes, la policía griega ha detectado al menos 120 yihadistas, principalmente en el campamento de Moria, en la isla griega de Lesbos.

Los nombres de esos individuos no figuran en el fichero de 5 000 yihadistas de las autoridades europeas. Su identificación se debió únicamente a las denuncias de otros inmigrantes que fueron víctimas de esos elementos en Siria y en Irak.