El presidente sirio Bachar al-Assad viajó a Irán en visita oficial. Exceptuando su anterior viaje ‎a Rusia, este es el primer viaje del presidente Assad al exterior desde el inicio de la agresión ‎contra Siria, en 2011. ‎

Contrariamente a lo que afirma la prensa occidental, las relaciones entre Siria e Irán son ‎particularmente complicadas debido al sistema político bicéfalo de la República Islámica. El Guía ‎de la Revolución, ayatola Ali Khamenei, apoya a la República Árabe Siria, conforme a la política ‎antiimperialista del imam Khomeiny, mientras que el presidente iraní, jeque Hassan Rohani, fue ‎electo bajo el compromiso de que sólo apoyaría a las comunidades chiitas sirias, sin respaldar al ‎país en su conjunto.‎

El general de división Ghassem Soleimani, comandante de la fuerza al-Quds de los Guardianes de la ‎Revolución, participó en el encuentro entre el presidente Assad y el Guía de la Revolución, Ali ‎Khamenei. Durante los primeros años de la agresión contra Siria, los Guardianes de la Revolución ‎‎(no confundir con el ejército regular iraní, que depende del presidente Rohani) tuvieron varios ‎miles de muertos al enfrentar la guerra junto al gobierno sirio. ‎

Por su parte, el presidente Rohani saludó al presidente Assad como un «héroe árabe», marcando ‎así las distancias al resaltar que el presidente sirio no es persa. ‎

El anuncio de la dimisión del ministro iraní de Exteriores, Mohammad Javad Zarif, se produjo ‎durante la visita del presidente Assad.‎