El dispendio económico de Petróleos Mexicanos (Pemex) a través de donativos durante la administración de Enrique Peña Nieto rebasó los 13 mil millones de pesos, se desprende del Libro blanco Donativos y Donaciones, de la Gerencia de Responsabilidad y Desarrollo Social (GRDS) de la empresa productora del Estado.

Esa entrega de recursos fue sometida a diversas auditorías, internas y externas, que revelaron irregularidades por cientos de millones; también presentó observaciones para adecuar el marco normativo en la entrega de los recursos y fallas en la operación.

Los apoyos eran entregados, hasta el año pasado, por la GRDS de Pemex, entonces a cargo de Ramiro Rendón Burgos y con la aprobación de sus respectivos directores generales, según el año fiscal: Emilio Loyoza Austin, José Antonio González Anaya y Carlos Alberto Treviño Medina.

La entrega de los recursos materiales y económicos se justificó por el impacto generado por la petrolera en diversas comunidades de todo el país: “En favor de los grupos de interés, para consolidar la relación de la empresa con las comunidades que se encuentran en el área de influencia de Pemex”, indica el Libro blanco.

Los donativos han quedado cancelados a partir de esta administración, encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien el 18 de febrero pasado aseguró que “definitivamente” se acabarán las transferencias de recursos públicos a organizaciones sociales, sindicatos, organizaciones de la llamada sociedad civil, organizaciones no gubernamentales y asociaciones filantrópicas.

Por visos de corrupción, el mandatario indicó que “todo el apoyo del gobierno, el ejercicio del presupuesto, se va a entregar de manera directa a los beneficiarios”.

Gisela Zaremberg, doctora en Investigación en Ciencias Sociales por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso)-México, dice que el problema no eran los donativos en sí, sino el contexto de “no-reglas en donde se daban esos intercambios, con una historia de monopolio económico y también político en el territorio”.

Zaremberg comenta que son “muy deficientes, en el contexto de reglas en general, los intercambios, [pues] no se dan de manera transparente: se dan las negociaciones bis a bis, en donde termina ganando el más fuerte… y no necesariamente las zonas más impactadas. Eso es un problema”.

Pemex entregaba estos donativos para que fueran realizadas actividades “operativas” en condiciones de estabilidad y continuidad, “relacionadas con infraestructura vial e hidráulica, obras de desarrollo urbano y vivienda, programas de capacitación, proyectos productivos, así como acciones de restauración ecológica, y rescate del patrimonio arqueológico”, dice la Auditoría de Financiera y de Cumplimiento 16-6-90T9N-02-0452 que se practicó al Programa de Responsabilidades y Desarrollo Social de Pemex.

Más de 13 mil millones donados

El Libro Blanco de la Gerencia de Responsabilidad y Desarrollo Social, Donativos y Donaciones muestra que de 2013 a 2018 se entregaron 13 mil 646 millones 389 mil 265 pesos, a través de seis acuerdos de autorización.

Del desglose de ellos se desprende que en el primer año de la administración de Enrique Peña Nieto al frente del Ejecutivo Federal, y de Emilio Lozoya como director de Pemex, fueron firmados los acuerdos CA-104/2013 mediante los cuales se asignaron 3 mil 249 millones 911 mil 498 pesos; del CA-002/2014, 3 mil 646 millones 127 mil 782 pesos, siendo éste el monto más elevado del sexenio. Para el acuerdo CA-219/2015 se depositaron recursos por 1 mil 977 millones 349 mil 985 pesos y para CA-002/2016, 1 mil 591 millones de pesos.

Los mismos 1 mil 591 millones fueron entregados bajo la dirección de González Anaya y Treviño Medina, bajo los convenios, CA-006/2017, CA-007/2018, respectivamente.

El Libro Blanco es un documento público gubernamental que “destaca las acciones y resultados de un programa, proyecto o política pública, que por su naturaleza o características, se considere relevante para el logro de metas de interés general o de algún sector productivo, de impacto regional o en la actividad económica, conforme a los objetivos y estrategias del Plan Nacional de Desarrollo (PND) y/o a las reformas estructurales en materia energética, financiera, telecomunicaciones, educativa, entre otras”, indica el documento generado por la Dirección General de Pemex.

En tanto, en la Cámara de Diputados, la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, a cargo de Alfonso Ramírez Cuellar, está solicitando a la empresa que informe el destino de las donaciones de combustible y asfalto a estados, municipios y organizaciones sociales durante la pasada administración, pues dicha práctica se desarrolló sin control alguno y terminó por convertirse en un negocio.

“En realidad nunca se supo bien a bien cuáles eran los criterios (para hacer las donaciones); había funcionarios, incluso familiares de funcionarios, que estaban como intermediarios de ayuntamientos y eran gestores, y lo que debían ser donativos, pues se convertía en un negocio”, declaró Ramírez Cuéllar al diario Novedades Campeche.

Entregas anuales

El documento de Pemex también indica cómo fueron suministrados los recursos y en cuántas etapas fueron entregados; así como los principales estados beneficiados.

De ello se desprende que las entidades contempladas fueron Campeche, Chiapas, Coahuila, Guanajuato, Hidalgo, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Tabasco y Tamaulipas.

En 2013, los más de 3 mil 200 millones de pesos fueron dispersados en: donativo numerario, 963 millones 630 mil 143 pesos; donaciones en asfalto, 1 mil 55 millones 149 mil 700 pesos; en combustible, 1 mil 231 millones 131 mil 655 pesos.

Para 2014, los más de 3 mil 600 millones, se entregaron de la siguiente forma: donativos numerarios, 1 mil 1 millones 500 mil 808 pesos; en asfalto, 1 mil 75 millones 152 mil 519 pesos, y en combustible, 1 mil 569 millones 474 mil 455 pesos.

En 2015, dice el Libro Blanco, se realizaron nueve sesiones de trabajo, en donde se aprobaron 185 propuestas de donativos por más de 1 mil 900 millones de pesos, los mismos que estuvieron integrados con 41 donativos de 351 millones cada uno; 136 donaciones en productos, que ascendieron a 1 mil 611 millones 97 mil 180 pesos; cinco bienes muebles y tres bienes inmuebles.

En la transición directiva de Lozoya Austin y González Anaya, los 1 mil 591 millones se distribuyeron en 1 mil 281 millones 854 mil 353 pesos mediante 106 donaciones, que significaron el 95 por ciento del monto comprometido. El resto, 63.5 millones fue a través de ocho donativos.

Un año más tarde, bajo el acuerdo CA-006/2017, se concedió la Previsión Anual para el otorgamiento de 1 mil 591 millones de pesos, mismos que se dispersaron en: 150 millones, monetario; 441 millones en donaciones de asfalto y un mil millones más en combustible.

Ya para finalizar el sexenio, Pemex donó la misma cantidad y en las mismas operaciones que 2017, bajo el Acuerdo CA-007/2018.

Las auditorías

El Libro Blanco indica que de la dispersión de los más de 13 mil millones de pesos se generaron cinco autorías internas, correspondientes a los años fiscales 2013, 2016 y tres de 2018. Las irregularidades detectadas, sólo porque no se comprobó el destino final de los recursos ascendieron a 401 millones de pesos.

Los procedimientos se desprende que Pemex debía mejorar el marco normativo de la GRDS, “con la finalidad de dotar de eficiencia, transparencia, rentabilidad a la operación de cada una de las áreas que integran la Gerencia”.

Así como “armonizar el marco normativo con la Ley de Hidrocarburos, derivado de la Reforma Energética…” y diseñar diversos formatos de registro de “información y evidencia relacionada con el proceso de donativos y donaciones”.

Los procesos de fiscalización a estas acciones de Pemex, también los llevó a cabo la Auditoría Superior de la Federación (ASF), que detectó diversas inconsistencias y daños.

Tan sólo de la auditoría Pemex 452 responsabilidades y desarrollo social. Donaciones, el dictamen señala que la exparestatal “no cumplió con las disposiciones legales y normativas aplicables en la materia”.

El máximo órgano de fiscalización del país detectó que había 257 millones 994 mil 300 de pesos que los gobiernos de Veracruz, Oaxaca y Tamaulipas no comprobaron el uso y destino. Tampoco de las donaciones de productos pretrolíferos por 110 millones 783 mil 300 de pesos, 17 millones 306 mil pesos y 129 millones 905 mil pesos, respectivamente.

En las mismas entidades, la Gerencia de Responsabilidad y Desarrollo Social no supervisó conforme a la normativa que, en Veracruz, Tamaulipas y Oaxaca, los productos petrolíferos no fueran objeto de venta, traspaso, transferencia o permuta u otro donatario o tercero.

La misma oficina, “omitió” dar seguimiento a un donativo por 15 millones 703 mil 300 pesos para apoyar la adquisición de un helicóptero para Tabasco, y por la intervención de la ASF se tuvo que reintegrar el donativo.

La ASF indicó que la Gerencia encargada “carece de mecanismos de evaluación, seguimiento y supervisión sobre los aspectos técnicos, plazos, desarrollo de actividades y alcance de metas de los proyectos autorizados en materia de responsabilidad y desarrollo social”.

Además, el Manual de Organización de la Gerencia de Responsabilidad y Desarrollo Social está desactualizado con respecto del Estatuto Orgánico de Pemex, “por lo que los servidores públicos carecen de un marco normativo que dé certeza jurídica sobre las atribuciones y responsabilidades relacionadas con los procesos de donativos y donaciones”, enfatiza el órgano fiscalizador.

Gisela Zaremberg, doctora en Investigación en Ciencias Sociales por la Flacso-México, señala –ante la cancelación de estos donativos por parte del gobierno de Andrés Manuel López Obrador– “el punto no es quitar y no reemplazar por nada; si se lograra transformar todo el aparato y se beneficiara en realidad a los afectados, puede ser positivo”.

Fuente
Contralínea (México)