El secretario de Estado Mike Pompeo, quien fue dirigente de Sentry International, fabricante de equipamiento para la industria petrolera, ha pedido a sus ex colegas que cooperen con la aplicación de la nueva política energética estadounidense. Su solicitud se produce en momentos en que Estados Unidos parece haberse convertido, en 11 años, en el primer productor mundial de hidrocarburos, por delante de Arabia Saudita y Rusia, gracias al petróleo y el gas de esquistos.
Al hacer uso de la palabra en la CERAWeek, realizada en Houston (Texas) el 12 de marzo de 2019, [1], Mike Pompeo recordó:
– que Estados Unidos ha impuesto sanciones contra Irán para impedir que ese país pueda exportar sus hidrocarburos;
– que también ha impuesto sanciones contra Venezuela, lo cual debería excluir temporalmente a ese país del mercado mundial de hidrocarburos;
– y que Estados Unidos ha decidido mantener su presencia militar en el este de Siria para impedir que ese país pueda explotar sus propios recursos.
En ese contexto, el Departamento de Estado espera que la producción estadounidense de hidrocarburos sustituya las compras de la Unión Europea a Rusia y las de los países de Asia a Irán. Para ello ha creado un Buró de Recursos Energéticos.
Estados Unidos está presionando ahora a la Unión Europea para que abandone el proyecto Nord Stream 2 [2]. Y también está presionando a la OPEP+ para que detenga la reducción de su producción, lo cual favorecería a los países importadores.
Simultáneamente, Estados Unidos está estimulando a los países consumidores de petróleo a renunciar a los oleoductos y gasoductos que les garantizarían el aprovisionamiento con hidrocarburos rusos y a dotarse de nuevos puertos capaces de recibir los grandes buques estadounidenses que los aprovisionarían con petróleo y gas de Estados Unidos.
Esas políticas se combinarían con una serie de esfuerzos destinados a reducir la demanda interna de hidrocarburos en Estados Unidos.
Por su parte, la OPEP+ (o sea, los países miembros de la OPEP y otros 10 países con producciones importantes de hidrocarburos) acaba de reunirse a nivel ministerial en Bakú (Azerbaiyán) el 17 de marzo. Los participantes tomaron nota de la actual dificultad para anticipar la evolución del mercado debido a la próxima expiración de las autorizaciones temporales a la compra de crudo iraní y a la circunstancia de que las sanciones contra Venezuela entrarán en vigor en abril.
La OPEP+, constituida en 2016 –cuando el precio del barril de crudo era de 40 dólares– mantiene su intención de encauzar el mercado hacia el alza (el precio actual del barril es de alrededor de 70 dólares). Este grupo de países podría anular su reunión de abril y esperar hasta junio para adoptar decisiones.
[1] “Mike Pompeo Address at CERAWeek”, por Mike Pompeo, Voltaire Network, 12 de marzo de 2019.
[2] «Le "parti américain" dans les institutions de l’Union européenne», por Manlio Dinucci, Il Manifesto (Italia), Red Voltaire, 19 de marzo de 2019.
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