El sultanato de Brunei, donde no se ha aplicado la pena de muerte desde 1957, adoptó ‎finalmente su reforma del derecho penal. Desde el 3 de abril de 2019 ha entrado en aplicación un ‎código que se aplica a la mayoría musulmana mientras que otro código diferente se aplica al ‎resto de la población. ‎

En lo adelante, según el Código Penal instaurado para los musulmanes, se castigarán con la pena ‎de muerte:
 el adulterio,
 las relaciones sexuales entre hombres,
 la violación y
 el delito de blasfemia contra el Profeta Mahoma.
El robo será castigado con la amputación de una mano o de un pie y se impondrán multas a los ‎musulmanes que no acudan a la plegaria. ‎

En Brunei eran libres las relaciones sexuales entre adultos que las realizaran de pleno acuerdo. ‎Pero en 2013, el sultanato comenzó a castigar con 10 años ‎de cárcel las relaciones sexuales entre hombres. En lo adelante, el castigo para las relaciones homosexuales entre hombres será la pena ‎de muerte y 10 años de cárcel para las mujeres. Esas penas serán aplicables no sólo a los ‎musulmanes sino a toda la población. ‎

La intervención de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ‎Michelle Bachelet, y una campaña internacional iniciada por el actor estadounidense George ‎Clooney no lograron modificar la posición del sultanato de Brunei, que mantiene estrechas ‎relaciones con Qatar y con la Hermandad Musulmana. ‎