La defensa de la Confederación Helvética se basa fundamentalmente en la existencia de una ‎milicia popular. Desde la guerra civil de Sonderbund –en 1847– los soldados suizos tienen en su ‎domicilio su arma de servicio, o sea un arma de guerra. Actualmente, todo ‎ciudadano suizo es libre de poseer armas a partir de la edad de 15 años. Suiza ocupa el 16º lugar ‎entre los países con más armas por habitante. ‎

La creación en 2005 de un impuesto sobre la tenencia de armas y la obligación de recibir ‎continuamente clases de tiro y de formación en el manejo de las armas han hecho retroceder la ‎tradición de conservar en casa el arma de servicio. ‎

En Suiza, la frecuencia de crímenes cometidos con armas no es superior a la que se registra en los ‎países que reglamentan de manera estricta la tenencia de armas, lo cual desmiente la teoría de ‎que es conveniente limitar la cantidad de armas en manos de la población para reducir los índices de ‎criminalidad.‎

Aunque todos los años hay personas que se suicidan utilizando su arma de servicio, en Suiza ‎esa cifra no es superior a las de otros países de Europa que sí limitan la tenencia de armas. ‎Así que la cantidad de suicidios tampoco está relacionada con la tenencia de armas. ‎

Ahora se ha convocado en Suiza un referéndum sobre la posibilidad de adaptar el derecho suizo ‎al de la Unión Europea, condición necesaria para que la Confederación Helvética pueda integrarse ‎al espacio Schengen. ‎

Pero el Consejo Federal suizo ha logrado obtener una dispensa: los soldados estarán autorizados a ‎tener su arma de servicio en casa pero la tenencia del cargador y la cantidad de municiones ‎estarán reglamentadas. Además, se establecerá un registro nacional de las armas en circulación. ‎Los sondeos de opinión auguran la victoria de ese compromiso. ‎