Irán, Irak y Siria confirmaron el 14 de abril de 2019 su intención de poner en marcha un proyecto ‎ferroviario regional que vincularía el puerto iraní de Khorramshahr, en el norte del Golfo Arábigo-‎Pérsico, al litoral sirio en el Mediterráneo, pasando a través de Irak. ‎

La decisión inicial sobre ese proyecto había sido tomada en 2010, en el marco del mercado ‎común regional de aquella época, pero su puesta en marcha se vio interrumpida por la guerra y ‎la disolución del mercado común regional, además de que la parte siria de la vía férrea fue ‎destruida por el denominado “Ejército Sirio Libre”. ‎

La realización de ese proyecto –que constituye un derecho de los tres países soberanos ‎implicados– tendrá que enfrentar las sanciones que Estados Unidos mantiene en vigor contra la ‎República Islámica de Irán y la República Árabe Siria. ‎

La puesta en marcha de una larga vía férrea que conectaría Irán, Irak y Siria permitiría intensos ‎intercambios industriales, agrícolas y comerciales. Se estima que en los primeros 5 años ‎de su puesta en servicio esa conexión ferroviaria cuadruplicaría el comercio entre los tres países ‎implicados e incluso salvaría del hambre a poblaciones hoy amenazadas. ‎