En un contexto en que la población argelina cuestiona la legitimidad de las personalidades que han ‎ocupado altos cargos bajo la presidencia de Abdelaziz Bouteflika, el presidente de la Asamblea ‎Nacional de Argelia, Mouad Bouchareb, dimitió el 2 de julio. ‎

Los partidos mayoritarios –el Frente de Liberación Nacional (FLN) y la Agrupación Nacional ‎Democrática (RND, siglas en francés)– decidieron apoyar la candidatura de Slimane Chenine ‎‎(ver foto), miembro de la Hermandad Musulmana, propuesto por una coalición ultra minoritaria ‎de partidos islamistas (Ennhada, Adala y El Bina). ‎

Los otros 6 candidatos a la presidencia de la Asamblea Nacional, incluyendo los del FLN y la RND, ‎se retiraron de la competencia. Contradiciendo el principio democrático, el voto se realizó a ‎mano alzada. ‎

Slimane Chenine es un completo desconocido que comenzó su carrera política con Abbasi Madani, ‎fundador del Frente Islámico de Salvación (FIS), en el seno de la Liga de Predicación Islámica de ‎Mahfoud Nahnah.‎

Por su parte, el presidente interino de la República, Abdelkader Bensalah, cuyo mandato expiraba ‎el 9 de julio y que se encuentra entre las personalidades fuertemente cuestionadas por la población, ‎se mantiene en el cargo debido a la no realización de elecciones. ‎