Escribo a usted a causa del informe del Secretario General sobre los niños en tiempo de conflicto ‎armado (A/73/907-S/2019/509). La República Árabe Siria deplora que la Representante Especial ‎del Secretario General para los niños en tiempo de conflicto armado, Virginia Gamba, siga poniendo cuestiones de orden político por encima de la cuestión de los derechos del niño, lo cual ha ‎conducido a una evaluación subjetiva de la situación en el país. ‎

El más reciente informe incluye una buena cantidad de razonamientos falsos y denota ‎principalmente una visión errónea de las cuestiones jurídicas al establecer una equivalencia, por un ‎lado, entre las operaciones de lucha contra el terrorismo realizadas por el Ejército Árabe Sirio y sus ‎aliados, que ejercen un derecho legítimo a la luz del derecho internacional, y, por otra parte, la ‎agresión de Turquía contra la República Árabe Siria y su ocupación de una parte del territorio sirio, ‎que constituyen una violación flagrante del derecho internacional. ‎

En un aspecto vinculado, rechazamos la palabra «asedio», utilizada por los autores del informe ‎para calificar las operaciones desarrolladas en el terreno para liberar la Ghouta oriental. Esta ‎región en realidad sufre desde hace años por el hecho que los terroristas mantienen a sus ‎habitantes como rehenes, para hacer progresar los intereses políticos de los Estados que los ‎apadrinan.‎

Nuevamente rechazamos el vocablo «milicias», utilizado por los autores del informe para ‎describir a los grupos que luchan junto al Ejército Árabe Sirio. Se trata de personas que se han ‎organizado en grupos para defender sus ciudades y aldeas y que tienen en común el amor por su ‎Patria y la voluntad de ayudar al Ejército Árabe Sirio en su lucha contra el terrorismo, sabiendo que ‎las familias y las aldeas de esos grupos de personas han sido víctimas de ataques terroristas. ‎

También rechazamos categóricamente las cifras citadas en el informe sobre el tema de las ‎supuestas violaciones imputadas a las instituciones nacionales sirias: esas cifras figuran en ‎alegaciones repetidas sin otro objetivo que empañar la reputación del Gobierno sirio. ‎

En cuanto al reclutamiento, la privación de libertad y la violencia sexual, los autores del informe ‎tratan una vez más de acusar al Gobierno sirio de haber cometido tales violaciones. Hace tiempo ‎que venimos pidiendo a la Representante Especial que nos entregue nombres y detalles sobre ‎esos presuntos casos para que esas personas puedan ser investigadas y procesadas, ‎si se confirman tales violaciones. La Representante Especial sigue sin dar curso a ese pedido y ‎persiste en seguir un método que se basa en informaciones erróneas. ‎

Queremos recordar que el conjunto de la legislación siria se basa en el principio de que es ‎necesario garantizar una protección especial a los niños, tal y como está estipulado en la ‎Constitución. Hemos explicado eso numerosas veces a la Representante Especial, después de sus ‎informes. De conformidad con el marco jurídico enunciado en la ley Nº 11 de 2013, el Gobierno ‎sirio se esfuerza por llegar, en todo el país, a los niños que han sido reclutados por grupos ‎terroristas armados para impedir que sean explotados por esos grupos y velar por su reinserción y ‎reintegración a la sociedad. ‎

Por otra parte, las investigaciones sobre los niños y la detención de niños están regidas por la Ley ‎Sobre los Menores Nº 18 de 1974, que tiene como eje medidas correctivas: comporta varias ‎reglas de procedimiento, prevé tribunales especiales y preconiza el tratamiento de los niños como ‎víctimas, sea cual sea el acto que los haya llevado ante la justicia. Esas reglas apuntan a servir el ‎interés superior del niño desde el punto de vista de los cuidados físicos y psicológicos que deban ‎administrársele y de su reintegración a la sociedad.‎

Los autores de toda forma de violencia, de sevicias y de agresión sexual están expuestos a ser ‎objeto de penas agravadas, en gran parte vinculadas al derecho penal. ‎

En cuanto a la dirección de las operaciones militares, queremos reafirmar nuevamente que el ‎Ejército Árabe Sirio se apega al respeto de las reglas del derecho internacional en el marco de la ‎lucha que está librando contra el terrorismo, sobre todo que establece una diferencia entre ‎objetivos civiles y objetivos militares y que se abstiene de utilizar cualquier arma prohibida. ‎Esas reglas se enseñan en las academias militares y de policía y son, por consiguiente, parte del ‎código de conducta que siguen el estado mayor y las tropas durante las operaciones militares. ‎

El Comité Nacional Sirio del Derecho Humanitaria coopera con el Comité Internacional de la ‎Cruz Roja para incrementar la sensibilización del estado mayor y mejorar el conocimiento de las ‎reglas del derecho internacional humanitario a escala nacional, organizando cursos para los ‎oficiales del Ejército Árabe Sirio en el marco del plan anual de formación y de programas que ‎se desarrollan constantemente. ‎

Al referirse a los crímenes de la llamada «coalición internacional», la Representante Especial ‎hace deliberadamente silencio sobre las masacres de civiles que trataban de huir de la ‎organización terrorista Daesh, manifestando indiferencia hacia personas que eran evidentemente ‎víctimas de crímenes de guerra, mayormente niños. Se justifica que preguntemos ¿por qué ‎la señora Gamba no presta atención a las decenas de niños que murieron cuando la coalición ‎bombardeó el sector de Baghouz, en la provincia de Deir es-Zor y sus alrededores, además de los ‎‎100 niños que murieron por asfixia cuando eran trasladados en camión al campamento de Hol? ‎‎¿O por qué evitó, suscitando con ello desaprobación y condena, mencionar la negativa de ‎numerosos Estados a acoger a los hijos de sus ciudadanos que se habían unido a Daesh y habían ‎muerto en Siria? Por cierto, los cadáveres de los niños de Raqqa asesinados por los agresores ‎estadounidenses aún se hallan bajo los escombros de esa ciudad, como puede comprobarlo ‎quien quiera viajar a ella. ‎

El Gobierno sirio ha comunicado en decenas de documentos dirigidos a la Secretaría detalles sobre ‎las pérdidas humanas y materiales ocasionadas por esos abusos barbaros y las profundas ‎repercusiones que han tenido esas pérdidas sobre la situación de los niños sirios. ‎Desgraciadamente, esos documentos no han retenido la atención de la Representante Especial, ‎que prefiere seguir un método parcializado y unilateral en materia de fuentes de información. ‎

En cuanto a la negación de acceso a la ayuda humanitaria, el Gobierno se ha esforzado por actuar ‎de manera que la ayuda humanitaria llegue a todas las personas que la necesitan, ‎sin distinción y donde quiera que se encuentren. Está plenamente decidido a garantizar la ‎seguridad de los trabajadores humanitarios, de conformidad con sus obligaciones internacionales, ‎obligaciones que ha cumplido a pesar de las dificultades considerables en el terreno, vinculadas a ‎las acciones de los grupos terroristas armados y a otros factores como las medidas coercitivas ‎unilaterales y la politización, que han obstaculizado las actividades humanitarias en la República ‎Árabe Siria e influido en la situación humanitaria, incluyendo la ejecución de los planes anuales de ‎ayuda, conveniados con la ONU. ‎

Numerosas organizaciones humanitarias internacionales activas en la República Árabe Siria han ‎notado que los índices de ejecución de sus actividades se han elevado, lo cual puede atribuirse a ‎la mejoría de las condiciones de seguridad y al reflujo de los grupos terroristas armados, debido a ‎la acción antiterrorista del Estado sirio. ‎

Los autores [del informe] tratan de dejar en la sombra esos hechos y de presentar una imagen ‎ficticia sobre la causa principal de los sufrimientos humanitarios en la República Árabe Siria, ‎basándose para ello en informaciones erróneas proporcionadas por partes hostiles al país, ‎lo cual la Representante Especial acepta sin vacilación. ‎

Deploramos profundamente que la Representante Especial firme planes de acción con grupos ‎armados ilegales, en un intento de conferirles calidad política o cierta legitimidad, lo cual ‎amenaza la integridad territorial y la unidad de los Estados. La firma de un plan con las llamadas ‎Fuerzas Democráticas Sirias es una medida alarmante que confirma nuestra evaluación sobre la ‎actuación de la señora Gamba ante la crisis en la República Árabe Siria, como se percibe en todos ‎sus informes y presentaciones. Ese paso obstaculiza toda perspectiva de establecer puentes de ‎cooperación y una concertación con ella en el marco de la ejecución de su mandato. ‎

Deploramos las evaluaciones positivas que aparecen en el informe sobre grupos que han ‎perpetrado contra civiles sirios los actos de terrorismo más abyectos que puedan imaginarse. Eso ‎incluye el llamado Ejército del Islam y otros grupos que han adoptado métodos terroristas ‎similares. Los niños son gran parte de las víctimas de esos grupos. ‎

Visto todo lo que precede, la sección del informe relativo a la situación en la República Árabe Siria ‎está profundamente viciada y desborda de nociones erróneas de hecho y de derecho. ‎No cumple el objetivo enunciado en el mandato de la Representante Especial del Secretario ‎General sobre los niños en tiempo de conflicto armado, que sería un tratamiento imparcial ‎en vez de un enfoque descriptivo consistente en repetir afirmaciones erróneas sin evaluar de ‎manera objetiva la situación de los Estados que son objeto de un análisis. Por consiguiente, la ‎República Árabe Siria rechaza el presente informe y estima que ese documento no merece que ‎se le preste atención. ‎

Agradeceré a usted que haga distribuir el texto de la presente carta como documento del Consejo ‎de Seguridad. ‎