1. Nosotros, los Ministros de Relaciones Exteriores de Alemania, Egipto, los Estados Unidos de América, Francia, Jordania, el Reino de la Arabia Saudita y el Reino Unido, hicimos la siguiente declaración sobre la urgente necesidad de encontrar una solución política duradera para Siria, sobre la base de la resolución 2254 (2015) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

2. El conflicto sirio está en su noveno año, cientos de miles de personas han muerto y millones han sido desplazadas por la fuerza. Las Naciones Unidas estiman que, en los últimos meses, en Idlib más de 1.000 civiles han muerto y más de 600.000 han huido de sus hogares, y que la situación humanitaria ha empeorado debido a los ataques contra escuelas, hospitales y otros edificios civiles. Lamentamos profundamente que el Consejo de Seguridad no se haya unido una vez más para pedir la protección de los civiles, la adhesión al derecho internacional humanitario, y el acceso humanitario. Mantenemos nuestro total compromiso con el apoyo a esas medidas vitales y pedimos un alto el fuego inmediato y genuino en Idlib. No se tolerará el uso de armas químicas en Siria. También exigimos que todas las partes velen por que todas las medidas adoptadas para luchar contra el terrorismo, incluso en la provincia de Idlib, cumplan las obligaciones que les incumben en virtud del derecho internacional.

3. No puede haber una solución militar a la crisis de Siria, solo una solución política. Sin eso, Siria seguirá siendo un país débil, empobrecido y desestabilizador. Por lo tanto, apoyamos firmemente al Enviado Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para Siria en sus esfuerzos por lograr una solución política conforme a la resolución 2254 (2015) del Consejo de Seguridad. Acogemos con satisfacción el anuncio de las Naciones Unidas de que todas las partes hayan acordado la creación de un comité constitucional encargado de iniciar este proceso. Se trata de un paso positivo muy esperado, pero que todavía requiere un compromiso serio para tener éxito. Alentamos a las Naciones Unidas a que convoquen al comité constitucional y a que inicien cuanto antes el debate sobre las cuestiones sustanciales de su mandato. También sigue siendo esencial hacer avanzar todas las demás dimensiones del proceso político, como se indica en la resolución 2254 (2015) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

4. Apoyamos firmemente los esfuerzos más amplios de Geir Pedersen dirigidos a aplicar todas las disposiciones de la resolución 2254 (2015) del Consejo de Seguridad, incluida la participación significativa de todos los sirios, especialmente las mujeres, en el proceso político. Apoyamos plenamente los esfuerzos encaminados a la liberación masiva de los presos políticos y las medidas para crear un entorno seguro y neutral que permita a los sirios celebrar elecciones libres, justas y creíbles, bajo la supervisión de las Naciones Unidas, en las que puedan participar los desplazados internos, los refugiados y la diáspora.

5. Destacamos la importancia de la rendición de cuentas en todos los esfuerzos por lograr una solución sostenible, inclusiva y pacífica del conflicto y, por lo tanto, seguimos apoyando los esfuerzos por garantizar que todos los autores de abusos y violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos, incluidos los que puedan ser responsables de crímenes de lesa humanidad, sean identificados y se les exija que rindan cuentas.

6. A medida que la situación humanitaria en toda Siria sigue deteriorándose, recalcamos la importancia de garantizar el acceso seguro y sin trabas de la ayuda humanitaria a todos los sirios que la necesitan.

7. Reconocemos los esfuerzos de los vecinos de Siria, que soportan la carga de acoger a la gran mayoría de los refugiados sirios. Alentamos a la comunidad internacional a que preste asistencia humanitaria y apoyo financiero a esos países para que compartan los costos de la crisis de los refugiados de Siria, hasta que los sirios puedan regresar voluntariamente a sus hogares en condiciones de seguridad, dignidad y protección. Cualquier intento de cambio demográfico deliberado no es aceptable. Pedimos al régimen que ponga fin a las medidas que disuaden e impiden el regreso de los refugiados y que, en cambio, adopte las medidas positivas necesarias para lograr un regreso voluntario, seguro y digno.

8. Por último, expresamos nuestra satisfacción por la liberación a principios de este año de todo el territorio que una vez ocupó Dáesh, que ha causado tanto horror a Siria y al Iraq, así como al resto del mundo. Sin embargo, persiste la amenaza que suponen los restos de Dáesh, así como de otros grupos terroristas designados como tales por las Naciones Unidas, y estamos decididos a garantizar su derrota definitiva. Un acuerdo político en Siria sigue siendo esencial para lograr este resultado.