Numerosos países han vivido escándalos de compra secreta de medios de prensa por parte de ‎importantes actores económicos. Una variante de ese mal se extiende hoy por toda la Unión ‎Europea. ‎

Es importante resaltar que, al financiar investigaciones “periodísticas” –a través de grupos como ‎el Bureau of Investigative Journalism– o al remunerar a los autores de llamadas ‎‎«tribunas libres», que luego se traducen y se publican en varios idiomas en los medios de ‎prensa más importantes de numerosos países –como hace el Project Syndicate– el «donante» ‎en realidad actúa sobre todos los diarios que reproducen esos textos sin tener que pagar ‎por ello. ‎

Por ejemplo, en 2019, la fundación del magnate estadounidense Bill Gates pagó con ese objetivo ‎generosas sumas a importantes publicaciones europeas como ‎
 Der Spiegel (Alemania), que recibió 2 537 294 dólares;‎
 Die Zeit (Alemania), 297 124 dólares;‎
 Le Monde (Francia), 2 126 790 dólares;‎
 The Atlantic (Estados Unidos), 500 222 dólares;‎
 The Guardian (Reino Unido), 175 000 dólares. ‎

Por su parte, la asociación “no lucrativa” que se identifica como The Bureau of Investigative ‎Journalism (con sede en Londres) recibió de la fundación de Bill Gates 1 068 169 dólares ‎mientras que el Project Syndicate (con sede en Praga), igualmente “no lucrativo”, recibía ‎‎1 619 861 dólares para financiar la redacción y difusión de «tribunas libres». ‎