
El presidente-mariscal egipcio Abdel Fattah al-Sissi declaró que una intervención militar egipcia en apoyo a las únicas autoridades libias electas, las del parlamento de Tobruk, sería un acto legítimo.
En una alocución televisiva pronunciada el 21 de junio de 2020, después de una ceremonia militar, el presidente egipcio amenazó directamente al gobierno libio reconocido por la ONU y encabezado por el presidente al-Sarraj.
El gobierno de al-Sarraj, única autoridad libia reconocida por la ONU, se compone de miembros de la Hermandad Musulmana y de yihadistas de al-Qaeda que lucharon junto a la OTAN en 2011, en el derrocamiento de la Yamahiriya Árabe Libia.
El mariscal egipcio Abdel Fattah al-Sissi llegó al poder después de haber derrocado, en julio de 2013, el gobierno egipcio de la Hermandad Musulmana encabezado por el presidente Mohamed Morsi, quien había sido “electo” bajo la presión de la cofradía [1].
El derrocamiento del presidente Morsi fue la respuesta del ejército egipcio a varios días consecutivos de protestas multitudinarias contra el gobierno de la Hermandad Musulmana en Egipto, régimen que contaba con el respaldo de Estados Unidos [2].
Después del derrocamiento de Mohamed Morsi y del gobierno egipcio de la Hermandad Musulmana, Abdel Fattah al-Sissi se sometió a una elección presidencial en la que resultó electo, aunque el proceso contó con poca participación de los electores.
Si el gobierno presidido por al-Sarraj invadiera el este de Libia y derrotara a las autoridades de Tobruk, la Hermandad Musulmana reanudaría sus operaciones terroristas contra Egipto.
Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita han anunciado su respaldo a Egipto en la lucha contra la Hermandad Musulmana.
[1] «La Comisión Electoral egipcia cedió al chantaje de la Hermandad Musulmana», Red Voltaire, 20 de junio de 2012.
[2] «Imágenes de la plaza Tahrir», Red Voltaire, 29 de julio de 2013.
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