En medio de los graves embates del Covid-19, Italia solicitó ayuda urgente a la ‎Unión Europea. Pero su pedido quedó sin respuesta, mientras que Alemania incluso reaccionaba ‎brutalmente, prohibiendo la exportación de máscaras quirúrgicas. ‎

A raíz de la ausencia de reacción de la Unión Europea ante la crisis económica de 2008, ante la ‎crisis de los migrantes de 2015 y ante la crisis del coronavirus en 2020, la proporción de italianos ‎desfavorables a la Unión Europea se ha disparado y ha llegado al 67%. ‎

Otro sondeo muestra que, después de haber visto las reacciones de Alemania ante las ‎últimas crisis y la voluntad de Berlín de intervenir en Libia –ex colonia de Italia–, un 45% de ‎los italianos ven en Alemania un «enemigo».‎

En cambio, después de la ayuda que China aportó a Italia durante la crisis del Covid-19, más de la ‎mitad de los italianos (52%) ven a China como un país «amigo». ‎

Inquieto ante la eventualidad de un Italexit, el ministro alemán de Exteriores, Heiko Maas (en la ‎foto junto a su homólogo italiano Luigi Di Maio), se esfuerza ahora por mostrar que Alemania es ‎solidaria con Italia, resaltando principalmente que algunos italianos afectados por el Covid-19 ‎recibieron cuidados en hospitales alemanes. ‎