El ministerio de Exteriores de la Federación Rusa sacó a la palestra varios de sus pesos pesados ‎para denunciar el peligro que representa para Rusia la presencia de yihadistas en Azerbaiyán. ‎

Turquía sigue negando su implicación en la llegada a Azerbaiyán de yihadistas provenientes ‎principalmente de Siria, Irak y Libia pero ha comenzado prepararse para una posible respuesta rusa ‎en Siria. Concretamente, el ejército turco inició la evacuación de puesto militar de Morek, en la ‎gobernación siria de Idlib, y está reforzando su presencia en otros 11 puestos. Turquía dispone ‎actualmente de 12 puestos militares en suelo sirio, donde la presencia militar turca es rechazada ‎por la población y por las autoridades sirias. ‎

Mientras tanto, la República de Armenia, que hasta ahora se inclinaba hacia la OTAN como parte ‎de la política de su actual primer ministro, Nikol Pashinian –un hombre del magnate George ‎Soros–, se vuelve ahora hacia Rusia y la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC). ‎

Varios ministros armenios incluso han llamado a Moscú a intervenir en el Alto Karabaj, ‎no en contra de Azerbaiyán sino en respuesta al despliegue de yihadistas que sirven de refuerzo ‎a las tropas azerbaiyanas. ‎