Nosotros, ministros de Exteriores de Alemania, Arabia Saudita, Egipto, Francia, Jordania, Reino Unido, y de Estados Unidos, reiteramos nuestro decidido apoyo a favor de una solución política a ‎la crisis siria basada en la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. ‎Respaldamos los esfuerzos desplegados por Geir Pedersen, Enviado Especial de las Naciones ‎Unidas en Siria, para lograr progresos en el proceso político. ‎

Una solución política de conformidad con la resolución 2245 del Consejo de Seguridad es el único ‎medio de aportar a la población siria paz, estabilidad y seguridad de manera duradera y de facilitar ‎así la retirada de todas las tropas extranjeras que llegaron al país después de 2011. Esa solución ‎debe preservar la integridad territorial, la unidad y la soberanía de Siria. ‎

Hemos tomado nota de la creación del Comité Constitucional en 2019. Llamamos a trabajar de ‎manera constante con el Comité para obtener avances reales en las discusiones sobre la ‎constitución, de conformidad con su mandato y sus procedimientos. Apoyamos los esfuerzos ‎desplegados por Geir Pedersen para organizar la 4ª serie de negociaciones, que debe ofrecer la ‎oportunidad de alcanzar progresos en todos los demás aspectos del proceso político, sobre todo ‎con vista a la organización de elecciones libres y regulares, bajo la supervisión de las Naciones ‎Unidas y en un ambiente seguro y neutro, como se prevé en la resolución 2254 del Consejo ‎de Seguridad de las Naciones Unidas, elecciones en las cuales deben poder participar los ‎desplazados, los refugiados y la diáspora.‎

Cerca de 10 años de conflicto han infligido profundos sufrimientos a la población siria. ‎Han perdido la vida cientos de miles de personas y millones han sido desplazadas por la fuerza. ‎En el contexto actual de la pandemia de Covid-19 y de dificultados económicas persistentes, ‎deseamos insistir una vez más en la necesidad de proporcionar un acceso humanitario seguro y ‎sin trabas a todos los sirios que lo necesitan, principalmente en las zonas donde la situación ‎empeora sensiblemente, como en la provincia de Idlib y en el sur de Siria. Queremos igualmente ‎llamar la comunidad internacional a seguir apoyando a los refugiados sirios y a los países y ‎comunidades que los acogen, hasta que los sirios puedan regresar a sus hogares ‎voluntariamente, con seguridad y dignidad. Además, nos oponemos a los cambios demográficos ‎forzados y nos comprometemos a no aportar ayuda financiera a la reinstalación de refugiados ‎sirios si esta no tiene lugar conforme a las normas del Alto Comisionado de las Naciones Unidas ‎para los Refugiados. ‎

Queremos reafirmar además que los esfuerzos con vista a una solución política conforme a la ‎resolución 2254 del Consejo de Seguridad deben llevar a progresos tendientes a facilitar el ‎regreso voluntarios de los desplazados y de los refugiados en seguridad y dignidad así como a ‎permitir la liberación de los sirios que se hallan detenidos y pedir cuentas a los responsables de ‎atrocidades. Subrayamos que un apoyo internacional suficiente es necesario para ayudar a los ‎países que acogen a los refugiados a responder a las necesidades de estos y a preservar la ‎resiliencia de las comunidades de acogida. ‎

Ninguna solución militar aportará paz, seguridad y estabilidad en Siria. La única manera de ofrecer ‎un porvenir mejor al conjunto de la población siria es progresar en la aplicación del proceso ‎político previsto en la resolución 2254 del Consejo de Seguridad e instaurar un alto al fuego a ‎escala nacional, medida que también figura en la resolución 2254. ‎

Reafirmamos nuestra decisión de vencer de forma duradera a Daesh y los demás grupos que las ‎Naciones Unidas reconocen como terroristas, como al-Qaeda y HTC [Hayat Tahrir al-Cham], en ‎toda Siria, incluso en el noroeste y en el sur del país. Expresamos nuestra profunda inquietud sobre ‎la amenaza terrorista en el sur de Siria y nos comprometemos a apoyar la acción humanitaria en esa región. Deploramos el creciente peligro de ver el conflicto sirio internacionalizarse aún más ‎debido al hecho que diferentes partes en el conflicto trasladan combatientes, entre ellos ‎extremistas, y equipamiento hacia otras zonas de conflicto. ‎