Me dirijo a usted para expresar profunda preocupación por las actividades malintencionadas del régimen iraní, que amenazan con desestabilizar Oriente Medio y representan una gran amenaza para la paz y la seguridad internacionales. Además, esas actividades constituyen violaciones graves de las resoluciones del Consejo de Seguridad.

Exhorto al Consejo de Seguridad a que se reúna urgentemente para examinar y condenar las actividades nucleares, balísticas y de proliferación iraníes y adoptar medidas concretas para hacerles frente.

Hace poco, el Irán anunció públicamente su decisión de aumentar el nivel de enriquecimiento de uranio al 20 % y de mejorar su capacidad de enriquecer uranio bajo tierra. Esa decisión demuestra una vez más de forma evidente que el Irán nunca ha renunciado a sus ambiciones nucleares y sirve de prueba de su intención de desarrollar un programa nuclear militar.

Al respecto, quisiera señalar a su atención el proyecto de ley propuesto recientemente por el Parlamento iraní que pide la destrucción de Israel para el año 2041. Si es aprobado, el proyecto, en esencia, obligaría a los futuros regímenes iraníes a seguir la ideología fanática del actual Gobierno iraní y a continuar difundiendo la agenda radical de este en toda la región. Esa retórica y esas políticas genocidas subrayan aún más la grave amenaza que plantea el régimen iraní si no se le hace frente ni se le pone freno.

Además, desde que el Consejo de Seguridad decidió imponer restricciones al Irán en materia de armamento, hace 13 años, el régimen ha continuado con la proliferación de armamento avanzado en todo Oriente Medio y en otros lugares, incumpliendo así las resoluciones del Consejo de Seguridad. No es ningún secreto que el Irán se ha convertido en el mayor agente de la proliferación de tecnologías de misiles balísticos y de otro tipo en el Líbano, el Yemen, Siria, el Iraq y Gaza, poniéndolas en manos de agentes no estatales y terroristas y desestabilizando la región.

También hemos sido testigos de que la organización que representa al Irán en el Líbano, Hezbollah, que ha sido designada como organización terrorista, ha adquirido más de 150.000 misiles y cohetes capaces de llegar a cualquier punto del Estado de Israel. La gran mayoría de ellos fueron transferidos desde el Irán, lo cual constituye una violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad relativas al programa nuclear iraní, así como de las resoluciones 1701 (2006) y 1559 (2004).

El régimen iraní, a través de su Fuerza Quds, no se limita a transferir armamento de forma ilícita a Hezbollah, sino que también contribuye a perfeccionar la capacidad de esta organización de fabricarlo por sí misma. El Irán le proporciona tecnologías avanzadas y le transmite conocimientos técnicos y especializados para poner a punto misiles mejorados y cohetes más mortíferos, de mayor alcance, más precisos y más sofisticados.

Israel ha advertido en repetidas ocasiones de las incesantes actividades malintencionadas del Irán y ha resaltado esas violaciones en numerosos llamamientos a la comunidad internacional y cartas a los órganos de las Naciones Unidas, proporcionando pruebas concretas, verificadas y documentadas de las temerarias actividades ilícitas del régimen iraní en Oriente Medio y en otros lugares.

Aunque el régimen iraní ha rechazado sistemáticamente toda la información proporcionada por Estados Miembros de las Naciones Unidas sobre sus actividades malintencionadas, en declaraciones públicas recientes, altos cargos iraníes y sus representantes han reconocido que el Irán está llevando a cabo la proliferación de misiles de largo alcance a gran escala en todo Oriente Medio:

a) El 2 de enero de 2021, Amir Ali Hajizadeh, Comandante de la Fuerza Aérea del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica, reconoció en Al-Manar, un canal de televisión operado por Hezbollah, que el Irán contribuía al desarrollo de la capacidad en materia de misiles de Gaza y el Líbano y añadió que estos ya poseían tecnologías avanzadas de misiles [...] misiles de mucha precisión, en lugar de meros cohetes ;

b) El 27 de diciembre de 2020, Hassan Nasrallah, líder de Hezbollah, se jactó en una entrevista que le hizo Al-Mayadeen, un canal de televisión partidario de Hezbollah, de la contribución que había hecho Qasem Soleimani a la proliferación de misiles antitanque “Kornet”, que, desde el Irán y a través del Líbano, habían acabado en manos de Hamás y la Yihad Islámica Palestina en Gaza ;

c) El 1 de enero de 2021, Osama Hamdan, un destacado alto cargo de la organización terrorista Hamás, elogió en una entrevista que le hizo Al-Mayadeen los esfuerzos de Soleimani para proporcionar armamento avanzado a Hamás y armar a la organización terrorista. Asimismo, añadió que Esmail Ghaani, sucesor de Soleimani al mando de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica, sigue facilitando activamente tales esfuerzos .

Esas declaraciones y muchas otras confirman sin lugar a duda lo que el Irán lleva años tratando de ocultar: que está involucrado directamente en la proliferación de armas ilícitas, el terrorismo de Estado y la desestabilización de la región. De hecho, esas declaraciones ponen de manifiesto algo preocupante: que el Irán ya no trata de ocultar esas actividades y está empezando a alardear y a jactarse descaradamente de ellas. Esa tendencia supone una amenaza estratégica no solo para Israel, sino para toda la región.

Es evidente que es necesario implantar y hacer cumplir con urgencia un embargo estricto de armas y de la tecnología de misiles contra el Irán. Insto al Consejo de Seguridad a que condene las violaciones de sus resoluciones cometidas por el régimen iraní y lo responsabilice de desestabilizar la región. Asimismo, exhorto al Consejo de Seguridad a que ejerza la máxima presión y actúe con gran determinación para responder a la amenaza a la paz y la seguridad internacionales que plantean el programa nuclear y el programa de misiles balísticos iraníes y la proliferación activa de armamentos por el régimen iraní.

El Estado de Israel, como manifestó en sus anteriores cartas al Consejo de Seguridad, adoptará todas las medidas que sean necesarias para proteger a su ciudadanía y su soberanía.

Le agradecería que tuviera a bien hacer distribuir la presente carta como documento del Consejo de Seguridad.