El nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, acaba de anular la reforma del Consejo de ‎Seguridad Nacional que había ordenado su predecesor, el presidente Donald Trump ‎‎ [1].‎

Desde su entrada en funciones como presidente de Estados Unidos, Donald Trump había excluido ‎al director de la CIA y al jefe del Estado Mayor conjunto de las reuniones regulares del Consejo ‎de Seguridad Nacional [2]. Con aquella ‎decisión, Donald Trump ponía el Consejo de Seguridad Nacional fuera de la influencia que los ‎líderes del imperialismo estadounidense ejercían sobre el Consejo. ‎

Esa reforma permitió a Donald Trump convertirse en el segundo presidente de Estados Unidos ‎que no inició una nueva guerra, desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Antes de Donald ‎Trump, sólo el presidente James Carter había terminado su mandato presidencial sin iniciar una ‎guerra. No es inútil recordar que el demócrata James Carter fue electo presidente en 1976, justo después ‎de la sonada serie de revelaciones sobre los golpes de Estado y asesinatos políticos perpetrados ‎por la CIA en todo el mundo. ‎

Esta “contrarreforma” decidida por el flamante presidente Biden anuncia claramente su intención ‎de recurrir nuevamente a los “golpes bajos” de la CIA. ‎

En lo adelante, el director de la CIA y el jefe del Estado Mayor conjunto participarán ‎nuevamente en todas las reuniones del Consejo de Seguridad Nacional, aunque no estarán ‎obligatoriamente en las reuniones de los «Principals», o sea los principales responsables ‎gubernamentales. ‎

[1Memorandum on Renewing the National Security Council System”, Joe Biden, The White House, 4 de febrero ‎de 2021.

[2«Donald Trump disuelve la organización del imperialismo estadounidense», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 30 de enero de 2017.