La City de Londres –el barrio financiero londinense, que de hecho funciona como un microestado independiente del ‎Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte– ha sido puesta al margen del tratado de salida ‎del reino británico de la Unión Europea, lo cual implica que ha perdido el derecho a realizar ‎transacciones en euros. ‎

En sólo un mes, la cantidad de transacciones realizadas en la City cayó a menos de la mitad, ‎en beneficio de las bolsas de valores de Amsterdam, París y Nueva York. ‎

Las negociaciones entre el gobierno británico y la Unión Europea no han terminado aún, pero ya ‎es evidente que los europeos han hallado una manera especialmente eficaz de presionar a ‎sus interlocutores. ‎