Déclaration préliminaire

Señor presidente, señor representante McCaul, muchas gracias su calurosa acogida. Es un ‎inmenso placer encontrarme nuevamente ante este comité, estar de regreso en esta sala. Y ‎aprecio verdaderamente tener la ocasión de hablar hoy a ustedes de los objetivos y prioridades de ‎la política exterior de la administración Biden-Harris y de algunos de nuestros primeros logros en ‎esa vía. ‎

Como ya he dicho, me comprometo a trabajar con el Congreso –en el despegue y no sólo en el ‎aterrizaje. Espero que el compromiso de la administración de trabajar de nuevo con ustedes ‎inaugure una nueva era de confianza, cooperación y comprensión entre los poderes ejecutivo y ‎legislativo. Porque trabajo para un presidente que está profundamente convencido de ello y ‎después de haber trabajado para ese órgano menos importante calle abajo del Comité de ‎Relaciones Exteriores, es algo por lo cual siento particular apego. ‎

La administración Biden-Harris ha definido las prioridades de la política exterior planteando una ‎pregunta simple y que nos motiva cada día: ¿Qué significará esa política para los trabajadores ‎estadounidenses y las familias estadounidenses? ‎

Bajo esa óptica, definimos las siguientes prioridades.
 Poner fin a la epidemia de Covid-19 y fortalecer la seguridad sanitaria mundial para que una crisis ‎como esta no se reproduzca nunca más.
 Construir una economía mundial más estable e inclusiva que ofrezca seguridad y oportunidades ‎al mayor número posible de estadounidenses.‎
 Revitalizar la democracia en nuestro país y en el extranjero, ya que las democracias fuertes son ‎más estables, más abiertas, más apegadas a los derechos humanos, menos sujetas a los ‎conflictos, y un mercado más confiable para nuestros bienes y servicios.
 Trabajar para crear un sistema de inmigración humano y eficaz ya que fronteras sólidas son ‎fundamentales para nuestra seguridad nacional y la acogida de inmigrantes es parte fundamental ‎de nuestra identidad nacional.
 Revitalizar nuestros vínculos con nuestros aliados y nuestros socios ya que esas relaciones son ‎verdaderamente multiplicadoras de fuerzas y una carta de triunfo única para Estados Unidos.
 Enfrentar la crisis climática y ponernos a la cabeza de una revolución de la energía verde ya que ‎enfrentar eficazmente el cambio climático es esencial para la salud de nuestras poblaciones, para ‎nuestra seguridad y nuestro planeta.
 Garantizar nuestro liderazgo en materia de tecnología ya que es esencial para prosperar en la ‎economía mundial –y porque debemos fortalecer nuestras defensas contra los actores ‎malintencionados.
 Y manejar nuestras relaciones con China, la prueba geopolítica más importante del siglo 21. ‎

En función de esas prioridades, he aquí algunas de las medidas que hemos tomado durante los ‎primeros 50 días de esta administración. ‎

Sobre el Covid-19: hemos reanudado el diálogo con la Organización Mundial de la Salud [OMS] y ‎entregado un monto inicial de 2 000 millones de dólares a COVAX, la iniciativa mundial para la ‎vacunación. ‎

Sobre el clima: nos hemos reintegrado al Acuerdo de París y hemos anunciado una cumbre de los ‎dirigentes sobre el clima, que se realizará en ocasión del Día de la Tierra, el 22 de abril. ‎

Tratándose de nuestros aliados y socios: tuvo lugar la primera reunión ministerial del Diálogo ‎Cuadrilateral sobre la Seguridad entre nosotros, Japón, Australia y la India y realizaremos el jueves ‎una cumbre a nivel de los dirigentes. Hemos interrumpido toda retirada de tropas de Alemania ya ‎prevista en espera de un examen global de nuestra posición bajo la dirección del Pentágono. Yo ‎hice mi primer viaje virtual como secretario de Estado a Canadá y México y la semana próxima, ‎el secretario [de Defensa] Austin y yo mismo viajaremos a Japón y Sudcorea. ‎

Sobre la inmigración: hemos anulado las prohibiciones discriminatorias de viajar que afectaban a ‎los musulmanes y a África. Hemos anulado el decreto presidencial de tolerancia cero sobre la ‎separación de las familias de migrantes. Y hemos entregado al cuerpo legislativo la ley ‎estadounidense sobre la ciudadanía de 2021 para modernizar nuestro sistema de inmigración. ‎

En cuanto a las políticas sobre los refugiados y el asilo: hemos anulado los decretos presidenciales ‎perjudiciales sobre la reinstalación de los refugiados y anunciado como nuevo objetivo la admisión ‎de 125 000 refugiados para el ejercicio del año 2022. Hemos suspendido los acuerdos de ‎cooperación en materia de asilo con los gobiernos de Salvador, Honduras y Guatemala. Hemos ‎restablecido la anulación de la salida forzada de los liberianos y concedido un Estatus de ‎Protección Temporal a los venezolanos ya presentes en Estados Unidos. ‎

Sobre la democracia y los derechos humanos: hemos regresado al Consejo de Derechos Humanos ‎de las Naciones Unidas como observador. Hemos puesto en vigor el Decreto presidencial según ‎el cual la diplomacia estadounidense protege los derechos humanos de las personas LGBTQI en ‎el mundo entero. Hemos publicado el informe Khashoggi y anunciado la prohibición Khashoggi ‎para impedir que las personas que cometían actividades extraterritoriales graves contra disidentes ‎en nombre de un gobierno extranjero entren en nuestro país. Hemos impuesto sanciones a Rusia ‎a raíz del envenenamiento y de la detención de Alexei Navalni. Y hemos impuesto sanciones ‎en respuesta al golpe de Estado en Birmania. ‎

Sobre la salud pública: hemos anulado la política de México y privilegiado la salud sexual y ‎reproductiva, incluyendo el financiamiento del Fondo de las Naciones Unidas para la Población. ‎

Sobre la no proliferación: hemos prolongado por 5 años el nuevo tratado START con Rusia y ‎retomado la diplomacia con nuestros más cercanos aliados europeos para que Irán vuelva a ‎ponerse en conformidad con el Plan Global de Acción Común. ‎

Sobre la diplomacia en el marco de los conflictos: hemos suspendido la venta de armas ofensivas a ‎Arabia Saudita y nombrado un Enviado Especial a la cabeza de las acciones diplomáticas para ‎poner fin a la guerra en Yemen. Hemos revocado la designación de los hutis como organización ‎terrorista extranjera para permitir una asistencia urgente a las persones confrontadas a la crisis ‎humanitaria más difícil del mundo. Y hemos intensificado los esfuerzos diplomáticos ‎en Afganistán antes de la fecha límite del 1º de mayo. ‎

Y sobre el fortalecimiento del Departamento de Estado: hemos invertido en la diversidad y la ‎inclusión para disponer de un personal diplomático que refleje la diversidad de nuestro país. Nos ‎concentramos en la responsabilidad y la transparencia. Y vamos a modernizar y reconstruir para ‎que nuestro equipo en el mundo entero disponga de las herramientas y del apoyo que necesita ‎para hacer su trabajo. ‎

Así, como ustedes pueden ver, una buena cantidad de esas acciones se inscriben directamente en ‎el marco de nuestras prioridades fundamentales. Puede establecerse el vínculo entre cada una de ‎ellas y la promoción de la seguridad, la prosperidad y el bienestar de nuestros conciudadanos. ‎

El presidente ha indicado claramente que impondremos nuestro liderazgo gracias a la diplomacia ‎ya que es la mejor manera de enfrentar los desafíos de hoy. ‎

Y, sobre todo, estamos decididos a asumir nuestras responsabilidades y a adoptar como único ‎parámetro global de nuestro éxito [la interrogante] ¿obtenemos resultados para el pueblo ‎estadounidense?‎

Esta es nuestra misión. Esta es nuestra oportunidad. Haremos lo mejor que podamos para sacar ‎de ella el mejor partido. ‎

Muchas gracias. Es un placer estar aquí y espero con impaciencia sus preguntas. ‎