1. En el día de hoy, por invitación del Ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Sr. Heiko Maas, y del Secretario General de las Naciones Unidas, Sr. António Guterres, se han reunido para celebrar la Segunda Conferencia de Berlín sobre Libia los Altos Representantes de los Gobiernos de Argelia, China, la República Democrática del Congo (que ocupa la Presidencia de la Unión Africana), Egipto, Francia, Alemania, Italia, Libia, los Países Bajos, Rusia, Suiza, Túnez, Turquía, la República del Congo (que ocupa la Presidencia de la Comisión de Alto Nivel de la Unión Africana sobre Libia), los Emiratos Árabes Unidos, el Reino Unido, los Estados Unidos de América, las Naciones Unidas, la Unión Africana, la Unión Europea y la Liga de los Estados Árabes.

2. Los participantes reiteramos y reafirmamos los compromisos plasmados en las conclusiones de la Conferencia de Berlín sobre Libia del 19 de enero de 2020.

3. La situación en Libia ha mejorado significativamente desde que se celebró la Conferencia de Berlín el 19 de enero de 2020: han cesado las hostilidades, se mantiene el alto el fuego, se ha reanudado el suministro de petróleo, se ha retomado un diálogo político inclusivo, dirigido y controlado por los propios libios, bajo los auspicios de las Naciones Unidas, en el que participan todas las partes y las instancias políticas del país, se ha establecido una autoridad ejecutiva provisional, y la Cámara de Diputados ha dado el visto bueno al Gobierno de Unidad Nacional provisional.

4. Así pues, ahora que Libia se dispone a celebrar elecciones nacionales, el Proceso de Berlín incluye al país como participante de pleno derecho. Nos complace enormemente contar con la participación del Primer Ministro Dabaiba, en nombre del Gobierno de Unidad Nacional provisional, el cual ha reafirmado, en la conferencia que celebramos hoy, su compromiso de celebrar elecciones el 24 de diciembre de 2021.

5. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para abordar y resolver las causas subyacentes del conflicto, consolidar la soberanía, afianzar los avances conseguidos y restaurar la paz y la prosperidad para todos los libios. Las elecciones presidenciales y parlamentarias nacionales programadas para el 24 de diciembre de 2021 han de celebrarse de la manera acordada en la hoja de ruta aprobada por el Foro de Diálogo Político Libio (FDPL) en Túnez en noviembre de 2020 y su resultado ha de ser aceptado por todos. Se deben formalizar los arreglos constitucionales y legislativos necesarios. Todas las fuerzas extranjeras y todos los mercenarios han de retirarse del país sin demora y el sector de la seguridad debe reformarse y quedar firmemente sometido a una estructura civil y unificada de autoridad y supervisión. Se debe velar por el reparto transparente y justo de los recursos en todo el país. Se deben abordar las violaciones y los abusos de los derechos humanos, así como las infracciones del derecho internacional humanitario, y ha de iniciarse un proceso de justicia de transición y de reconciliación nacional que sea inclusivo y amplio y que esté basado en los derechos. El diálogo inclusivo entre los libios debe continuar.

6. Encomiamos a las partes libias por su disposición a pasar de página, a dejar los conflictos pasados de lado y a tomar medidas serias para unificar las instituciones del país y poner fin a la etapa de transición política.

7. Reafirmamos nuestro férreo compromiso con el proceso político dirigido y controlado por los propios libios y facilitado por las Naciones Unidas, y con la soberanía, la independencia, la integridad territorial y la unidad nacional de Libia.

8. Reafirmamos nuestro compromiso de abstenernos de toda injerencia en el conflicto o en los asuntos internos de Libia, e instamos a todas las instancias internacionales a que hagan lo propio.

9. Reconocemos el importante papel que tienen los países vecinos y el Cuarteto de Libia (Unión Africana, Liga de los Estados Árabes, Unión Europea y Naciones Unidas), así como los esfuerzos que llevan a cabo, en apoyo del proceso de paz bajo los auspicios de las Naciones Unidas.

10. Acogemos con beneplácito la función que realiza la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL), transmitimos nuestro agradecimiento a los ex Representantes Especiales de las Naciones Unidas y al Enviado Especial de la Organización, Sr. Kubiš, por su labor, y expresamos nuestro apoyo pleno a los continuos buenos oficios desplegados por la institución.

11. Acogemos con beneplácito la formación del Consejo de la Presidencia y el Gobierno de Unidad Nacional provisionales, que constituyen el Gobierno de Libia encargado de dirigir el país hasta las elecciones nacionales del 24 de diciembre de 2021, y recalcamos nuestro compromiso de apoyo pleno en este proceso.

Proceso político

12. Encomiamos la función y los logros del FDPL y su hoja de ruta, así como los de la Cámara de Diputados, que se constituyó válidamente para dar un voto de confianza al Gobierno de Unidad Nacional.

13. Exhortamos a la Cámara de Diputados y al Consejo de la Presidencia y el Gobierno de Unidad Nacional provisionales a que sigan adoptando medidas para reunificar el país. Nos comprometemos a prestarles nuestro apoyo, en la medida de lo posible, cuando así lo soliciten. Pedimos a todos los libios que faciliten el pleno respeto por todo el país de la autoridad del Consejo de la Presidencia y el Gobierno de Unidad Nacional provisionales, y alentamos a las autoridades y a las instituciones libias a que asuman plenamente sus deberes y responsabilidades en cumplimiento de su mandato.

14. Instamos a todos los actores a que restablezcan y respeten la integridad y la unidad de las instituciones ejecutivas, legislativas, judiciales y de otra clase del Estado, en especial en el caso del Banco Central de Libia y la Empresa Nacional del Petróleo (ENP).

15. Exhortamos a la Cámara de Diputados, al Consejo de la Presidencia y el Gobierno de Unidad Nacional provisionales y a las autoridades e instituciones competentes a que hagan los preparativos necesarios para la organización de unas elecciones presidenciales y parlamentarias nacionales libres, limpias e inclusivas y las celebren el 24 de diciembre de 2021. Esta tarea incluye de modo urgente y conforme a lo dispuesto en la resolución 2570 (2021) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, clarificar la base constitucional para las elecciones y promulgar la legislación que corresponda, tal como se establece en la hoja de ruta del FDPL, disponer lo necesario para garantizar la participación plena, igualitaria y significativa de las mujeres y la inclusión de la juventud, y proporcionar financiación suficiente a la Comisión Superior para las Elecciones Nacionales. Nos comprometemos a ayudar plenamente al Gobierno de Unidad Nacional provisional, en la medida conveniente y cuando lo solicite, a preparar al país para las elecciones.

16. Asimismo, exhortamos al FDPL a que tome medidas para facilitar las elecciones, si fuera necesario y de conformidad con lo previsto en su hoja de ruta.

17. Destacamos la importancia tanto de aplicar medidas de fomento de la confianza para crear un entorno propicio a la celebración con éxito de las elecciones nacionales, como de proporcionar educación electoral y luchar contra el discurso de odio y la desinformación.

18. Recordamos que unas elecciones libres, limpias, transparentes e inclusivas que tengan credibilidad permitirán al pueblo libio elegir un gobierno representativo y unificado y reforzarán la independencia, la soberanía, la integridad territorial y la unidad nacional de Libia. Estamos preparados para ayudar a las autoridades libias, si así lo solicitan, a organizar las elecciones, por ejemplo, sensibilizando a los votantes y luchando contra la desinformación durante la campaña electoral.

19. Exhortamos con urgencia a la Cámara de Diputados y al Consejo Superior del Estado a que lleguen a un acuerdo sobre los cargos de soberanía conforme al texto de la hoja de ruta del FDPL, de forma que la autoridad ejecutiva pueda completar el proceso de unificación de las instituciones y, así, prestar mejores servicios al pueblo libio.

20. Alentamos a los Estados Miembros de las Naciones Unidas y a las organizaciones internacionales y regionales a que envíen a observadores electorales, previa invitación de las autoridades libias y en coordinación con la UNSMIL.

21. Alentamos a que se permita la participación plena, efectiva y significativa de las mujeres y los jóvenes en todas las actividades relacionadas con la transición democrática del país, la solución del conflicto y la consolidación de la paz. Recordamos el compromiso del Gobierno de Unidad Nacional provisional de que, al menos, un 30 % de todos los cargos superiores estén ocupados por mujeres, y lo instamos a que cumpla dicho compromiso sin demora.

22. Nos comprometemos a aceptar y respaldar el resultado del proceso político, e instamos a todos los libios y a las instancias internacionales a que hagan lo propio.

23. Pedimos que todas las instancias cumplan plenamente las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad, por ejemplo, mediante medidas de aplicación nacional, contra quienes incumplan el embargo de armas del Consejo o el alto el fuego, amenacen la paz, la estabilidad o la seguridad del país, obstruyan o socaven la culminación de la transición política, lo que incluye los procesos electorales contemplados en la hoja de ruta del FDPL, infrinjan las disposiciones aplicables del derecho internacional humanitario o el derecho internacional de los derechos humanos o cometan abusos contra los derechos humanos en Libia. Exhortamos firmemente al Consejo de Seguridad a que considere la posibilidad de imponer las sanciones correspondientes.

Seguridad

24. Acogemos con beneplácito y apoyamos el acuerdo de alto el fuego concertado el 23 de octubre de 2020, en el que, entre otras cosas, se solicita la retirada de todos los mercenarios y combatientes extranjeros del territorio libio, se exhorta encarecidamente a todas las partes libias a que velen por el cumplimiento pleno del acuerdo sin más retrasos y se insta firmemente a todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas a que respeten las disposiciones del acuerdo y a que apoyen su plena aplicación.

25. Encomiamos a la Comisión Militar Conjunta 5+5 por alcanzar y mantener el acuerdo de alto el fuego, e insistimos en la importancia de solucionar todas las cuestiones que quedan pendientes para que se le pueda dar total cumplimiento, lo que comprende la conclusión de los procedimientos de fomento de la confianza, la puesta en libertad de los detenidos, el proceso de desminado, la apertura de la carretera costera y el establecimiento de unas instituciones de seguridad nacional unificadas bajo la autoridad y la supervisión del Consejo de la Presidencia y el Gobierno de Unidad Nacional provisionales, partiendo de lo tratado en las conversaciones de El Cairo y los esfuerzos en curso.

26. Exhortamos a todos los actores competentes a que apliquen y hagan cumplir las sanciones del Consejo de Seguridad, entre otros medios a través de medidas nacionales e internacionales de ejecución, impuestas a quienes se determine que han incumplido el embargo de armas del Consejo o el alto el fuego.

27. Nos comprometemos a apoyar al Comité del Consejo de Seguridad establecido en virtud de la resolución 1970 (2011) relativa a Libia y al Grupo de Expertos sobre Libia establecido en virtud de la resolución 1973 (2011) del Consejo de Seguridad, y a cooperar plenamente con ellos.

28. Expresamos preocupación por las repercusiones del conflicto en los países vecinos, incluidas las amenazas derivadas de la transferencia ilícita y la acumulación desestabilizadora de armas y el flujo de grupos armados y mercenarios.

29. Nos comprometemos a apoyar al Consejo de la Presidencia y al Gobierno de Unidad Nacional provisionales en sus esfuerzos por asegurar todas las fronteras del país y controlar el movimiento transfronterizo de grupos armados y de armas.

30. Nos comprometemos a apoyar al mecanismo libio de vigilancia del alto el fuego, bajo el liderazgo de la Comisión Militar Conjunta y con el apoyo de un componente de vigilancia del alto el fuego de la UNSMIL, conforme a lo dispuesto en la resolución 2570 (2021) del Consejo de Seguridad.

31. Pedimos que se restablezca el monopolio del Estado sobre el uso legítimo de la fuerza, y apoyamos los esfuerzos para unificar las instituciones nacionales militares, policiales y de seguridad bajo la autoridad y la supervisión del Consejo de la Presidencia y el Gobierno de Unidad Nacional provisionales.

32. Apoyamos a Libia para que asuma su función como miembro estable y efectivo de su entorno regional e internacional, y hacemos hincapié en los esfuerzos por luchar contra los grupos terroristas designados por el Consejo de Seguridad. Pedimos que se reforme el sector de la seguridad llevando a cabo un proceso creíble, verificable y general de desmovilización y desarme de los grupos armados y las milicias en Libia y la integración de los miembros idóneos en las instituciones civiles, militares y de seguridad del Estado, de manera individual y sobre la base de un censo de los miembros de los grupos armados y de una verificación profesional de antecedentes. Exhortamos a las Naciones Unidas a que presten asistencia en este proceso.

33. Reafirmamos la necesidad de combatir el terrorismo en Libia por todos los medios, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, reconociendo que el desarrollo, la seguridad y los derechos humanos se refuerzan mutuamente y son esenciales para un enfoque eficaz e integral de la lucha contra el terrorismo. Exhortamos a todas las partes a que se desvinculen de las personas y los grupos terroristas designados por las Naciones Unidas.

34. Pedimos que se aplique la resolución 2368 (2017) del Consejo de Seguridad y otras resoluciones pertinentes relativas al EIIL (Dáesh), Al-Qaida y las personas, grupos y entidades designados, en particular las disposiciones relativas a la prohibición de viajar y la congelación de los activos financieros. Reafirmamos la importancia de reforzar la cooperación para combatir la amenaza que suponen los combatientes terroristas extranjeros, de conformidad con la resolución 2322 (2015) del Consejo de Seguridad.

35. Nos comprometemos a respetar y aplicar plena e inequívocamente el embargo de armas establecido en la resolución 1970 (2011) del Consejo de Seguridad y en las resoluciones posteriores del Consejo, y exhortamos a todos los actores internacionales a que hagan lo propio.

36. Exhortamos a todos los actores a que se abstengan de realizar cualquier actividad que exacerbe el conflicto o que sea incompatible con el embargo de armas del Consejo de Seguridad o con el acuerdo de alto el fuego del 23 de octubre, incluida la financiación de capacidades militares o el reclutamiento de combatientes extranjeros y mercenarios.

37. Acogemos con beneplácito la adopción unánime de la resolución 2578 (2021) del Consejo de Seguridad, por la que se renuevan las autorizaciones recogidas en la resolución 2292 (2016) del Consejo. Tomamos nota de la labor realizada por la operación militar de la Unión Europea en el Mediterráneo (EUNAVFOR MED IRINI) relativa a la aplicación del embargo de armas en alta mar frente a las costas de Libia.

Reforma económica y financiera

38. Nos comprometemos a apoyar al Gobierno de Unidad Nacional provisional en sus esfuerzos por mejorar la prestación de servicios básicos a la población, restablecer el suministro de agua y electricidad, los servicios educativos y médicos, incluida la distribución de vacunas contra la COVID-19, luchar contra la corrupción, revitalizar y diversificar la economía nacional, y colaborar en la reconstrucción de la infraestructura del país.

39. Acogemos con beneplácito los amplios esfuerzos desplegados por la Comisión Económica de Expertos de Libia.

40. Acogemos con beneplácito los esfuerzos en curso para restablecer, respetar y salvaguardar la integridad, la unidad y la gobernanza legítima de todas las instituciones financieras y económicas soberanas de Libia, y alentamos a seguir aumentando la transparencia del gasto público.

41. Encomiamos los esfuerzos desplegados en favor de la unidad y la integridad del Banco Central de Libia y el restablecimiento de los servicios bancarios en todo el país, y estamos preparados para ayudar en tales esfuerzos. A este respecto, el funcionamiento ininterrumpido de la junta directiva del Banco Central, así como la capacidad de gestionar la política monetaria son fundamentales. La junta directiva del Banco Central debe ser inclusiva, representativa y activa.

42. Alentamos y apoyamos las iniciativas puestas en marcha por el Gobierno de Unidad Nacional provisional para repartir de manera transparente, responsable, justa y equitativa la riqueza y los recursos públicos entre todos los libios, en especial, por medio de la descentralización y el apoyo a los municipios, también en el sur del país, eliminando, de esta manera, uno de los factores del conflicto.

43. Encomiamos y apoyamos los esfuerzos del Gobierno de Unidad Nacional provisional por fortalecer la capacidad de las instituciones competentes de supervisión, en concreto, la Oficina de Auditoría, la Autoridad de Supervisión Administrativa, la Autoridad Nacional de Lucha contra la Corrupción y la Fiscalía General, al proporcionarles recursos, entre otras cosas.

44. Instamos a la Cámara de Diputados a que apruebe sin demora un presupuesto nacional equilibrado y convenido, observando que se trata de algo esencial para que el Gobierno de Unidad Nacional provisional pueda cumplir sus obligaciones y que, además, contribuiría a un reparto más transparente y equitativo de los fondos.

45. Destacamos que la ENP es la única empresa petrolera independiente y legítima de Libia, de conformidad con las resoluciones del Consejo de Seguridad 2259 (2015), 2441 (2018) y 2571 (2021). Agradecemos que la ENP publique mensualmente los ingresos procedentes del petróleo, como prueba de su compromiso por mejorar la transparencia financiera. Hacemos un llamamiento a todas las partes para que protejan la integridad de la ENP y preserven su naturaleza técnica apolítica.

46. Recordamos que el Consejo de Seguridad congeló los activos del Instituto Libio de Inversiones con el objetivo de preservarlos en beneficio del pueblo libio y destacamos la necesidad de realizar un examen financiero de las instituciones financieras y económicas libias a fin de apoyar los esfuerzos por reunificarlas y de ayudar a las autoridades competentes a promover la integridad y la unidad del Instituto Libio de Inversiones, en particular mediante una auditoría integral creíble del Instituto y sus filiales.

47. Reconociendo las inquietudes del Gobierno de Unidad Nacional provisional con respecto a los activos del Instituto Libio de Inversiones congelados por el Consejo de Seguridad, acogemos con beneplácito su reforma con la participación del Instituto, el Gobierno de Unidad Nacional provisional y el grupo de trabajo económico del Comité Internacional de Seguimiento sobre Libia, entre otros, para sentar las bases de una gestión efectiva de los activos del Instituto en el futuro.

48. Apoyamos los esfuerzos del Gobierno de Unidad Nacional provisional para diversificar, desarrollar y abrir la economía nacional, entre otras cosas, mediante el fomento de las inversiones, lo que contribuirá de manera efectiva a la estabilidad, la construcción institucional y la integración de la juventud en la actividad económica.

Respeto del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos

49. Recordamos la obligación del Consejo de la Presidencia y del Gobierno de Unidad Nacional provisionales y de todas las partes en Libia de respetar plenamente las disposiciones del derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos, según corresponda, de proteger a los civiles y la infraestructura civil y a todos los libios y no libios, y de permitir el acceso del personal médico, los observadores de derechos humanos y el personal y la asistencia humanitaria, también mediante la colaboración con las entidades de las Naciones Unidas.

50. Reconocemos los primeros pasos dados por el Consejo de la Presidencia y el Gobierno de Unidad Nacional provisionales para poner en marcha un proceso de reconciliación nacional inclusivo, amplio y basado en los derechos, y alentamos a las autoridades libias a que consoliden y refuercen las instituciones de justicia de transición, según proceda, tales como la Comisión de Determinación de los Hechos y Reconciliación y la Alta Comisión de Reconciliación Nacional, que se ha establecido recientemente

51. Acogemos con beneplácito el apoyo de las organizaciones regionales y los países vecinos a un proceso de reconciliación nacional amplio, inclusivo y basado en los derechos, y reconocemos la función que tiene la Unión Africana a este respecto, así como la disposición de Argelia para compartir su experiencia en materia de reconciliación nacional.

52. Destacamos la necesidad de exigir responsabilidades a quienes han infringido el derecho internacional, tal como se establece en las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad, incluida la resolución 1970 (2011) del Consejo. Apoyamos la labor realizada por las instituciones libias para documentar y enjuiciar las violaciones del derecho internacional humanitario y los abusos y las violaciones de los derechos humanos. Se debe prestar especial atención al tema de las personas desaparecidas y víctimas de desaparición forzada.

53. Hacemos hincapié en la necesidad de que las instancias internacionales y las autoridades libias condenen y aborden todos los actos de tráfico de migrantes y luchen contra la trata de personas hacia, por y desde el territorio libio y frente a sus costas, y de que se pidan cuentas a los responsables, así como de tratar que se impongan sanciones del Consejo de Seguridad conforme a las resoluciones que corresponda. Exhortamos a las autoridades libias provisionales a que faciliten el apoyo humanitario, los vuelos de evacuación humanitaria y las salidas voluntarias sin interrupciones.

54. Pedimos que se lleve a cabo una revisión judicial de los casos de todos los detenidos y encarcelados, y que se ponga inmediatamente en libertad a todas las personas a las que se haya detenido de manera ilegal o arbitraria. Exhortamos a todas las partes a que hagan cesar y prevengan la tortura y los tratos crueles e inhumanos, así como la violencia sexual y de género.

55. Nos comprometemos a ayudar, en su caso, a las autoridades libias a abordar desde una perspectiva amplia las cuestiones de la migración, incluidas las causas fundamentales y las fuentes, el cierre de los centros de detención y otras medidas asentadas en los principios de la cooperación regional e internacional y el derecho internacional.

56. Reconocemos los esfuerzos llevados a cabo por las autoridades provisionales para cumplir el compromiso fijado en la hoja de ruta del FDPL con respecto a los derechos políticos y civiles, los principios democráticos y la igualdad de todos los ciudadanos, tanto hombres como mujeres, incluido el rechazo del discurso de odio o el uso de la violencia en el proceso político. Exhortamos a todas las partes a que respeten los derechos a la libertad de reunión, asociación y expresión. Reconocemos la necesidad de proteger a las mujeres, incluidas las que participan en espacios públicos, frente a las amenazas y las represalias.

Seguimiento

57. El Comité Internacional de Seguimiento sobre Libia, que está compuesto por los países y las organizaciones participantes en la conferencia de hoy y que ya cuenta con Libia como miembro, se encargará de coordinar la aplicación de estas conclusiones bajo los auspicios de las Naciones Unidas.

58. Señalaremos las conclusiones de esta Segunda Conferencia de Berlín sobre Libia a la atención del Consejo de Seguridad para que las examine.