Según los sondeos, Daniel Ortega y el FSLN ganarían las elecciones muy ‎cómodamente con ‎bastante más del 50% de los votos

 1. Las leyes electorales que rigen en Nicaragua fueron hechas por el último gobierno de la derecha ‎que gobernó del 2001 al 2006.‎ Como el FSLN ganó las elecciones del 2006, la derecha ya no quiere esas leyes.‎

Las últimas modificaciones a dichas leyes, con las que se acusa al gobierno de “montar un ‎fraude”, se refieren a que el 50% de los cargos electivos deben ser ocupados por mujeres ‎‎(¡Parece que la oposición no tiene mujeres suficientes para completar las listas electorales!) y ‎también a la prohibición de que los partidos políticos puedan ser financiados desde el exterior; ‎esto último rige en cualquier país serio y [el presidente de México Andrés Manuel] López Obrador ‎sufre un acoso de Estados Unidos bajo el mismo pretexto.‎

 2. La oposición nicaragüense es una “bolsa de gatos” sin gran representatividad social. ‎Sus partidos políticos no mantienen ninguna existencia orgánica fuera de los períodos ‎electorales.‎

El único partido que existe con gran organización de modo permanente en todo el territorio ‎nacional es el FSLN (Frente Sandinista de Liberación Nacional).‎

Hay 19 partidos políticos reconocidos legalmente. Uno es el FSLN. Otros 16 partidos ‎‎(incluyendo varios partidos indígenas) son aliados del FSLN. Sólo hay 2 partidos opositores ‎inscriptos legalmente y además se pelean entre sí.‎

La oposición que participa de las elecciones no pretende ganarle la presidencia a Daniel Ortega ‎porque sabe que es imposible. Se pelean entre sí para ver quién es segundo, para acceder a las ‎ventajas y prerrogativas que la ley electoral, que hizo la derecha, le concede al segundo.‎

La oposición más violenta intentó derrocar el gobierno por la fuerza en 2018 y luego ‎pretendió que el gobierno negociara con ella “reformas democráticas” sin ser ni siquiera ‎partidos políticos, sino “ONGs”, que se autotitulan “sociedad civil”, financiadas por la CIA y ‎la USAID.‎

 3. Las causas penales contra la Fundación Chamorro y sus miembros no son un invento de ‎‎“lawfare”. El lavado de dinero existe porque esta fundación, que actuaba como fuerza ‎opositora sin ser un partido político, recibía explícitamente financiación de Estados Unidos.

Al ‎aprobarse la ley que prohíbe financiación extranjera a la actividad política, esa fundación debía ‎registrarse como agente extranjero para quedar legalmente autorizada a seguir recibiendo tales ‎financiaciones.‎ Pero no quiso hacerlo porque eso la descalificaba políticamente y entonces se dedicó a ‎blanquear en su contabilidad el dinero recibido de las agencias estatales de Estados Unidos. ‎Las pruebas documentadas del blanqueo de dinero son claras en los registros contables de la ‎propia Fundación Chamorro.‎

 4. Los ex sandinistas recientemente detenidos no son “la disidencia interna que cuestiona el ‎poder personalista de Daniel Ortega”. ¡Son los que abandonaron el FSLN hace 30 años cuando ‎perdió las elecciones! Están procesados en causas penales por traición a la patria porque ‎conspiran ilegalmente con Estados Unidos para sabotear las elecciones y derrocar el gobierno.‎

 ‎5. La cultura política del pueblo nicaragüense no es ni nunca ha sido demoliberal al estilo ‎europeo. Su cultura tiene raíces campesinas y étnicas indoamericanas, con minorías ‎afrodescendientes. El 40% de la población de Nicaragua es actualmente campesina y vive en ‎las tierras concedidas hace 40 años por la reforma agraria de la Revolución sandinista. Otro 30% ‎de la población es campesina o son hijos de campesinos que se urbanizaron en pequeñas ‎cabeceras de municipios, en ciudades medianas capitales de departamento y en algunos barrios ‎de Managua.‎

La gran masa de este sector demográfico es sandinista desde la Revolución de 1979 y vive con ‎agradecimiento a las políticas del presidente Ortega, que desde 2007 le permitió mejorar su nivel ‎de ingresos y su calidad de vida (le proporcionó salud, educación, luz eléctrica, caminos ‎pavimentados, alimentación para todos, capitalización de la economía familiar, sostenibilidad ‎medioambiental y equidad de género). A esta población no le importa en lo más mínimo que a ‎la señora Cristiana Chamorro y sus socios los encarcelen.‎

Hay un pequeño porcentaje de población claramente blanca española, la mayor parte de la cual ‎son restos de la oligarquía somocista y de los antiguos escasos sectores medios que estaban ‎al servicio de aquella oligarquía. Este sector es violentamente hostil al sandinismo; su única ‎posibilidad de recuperar el poder sería una intervención estadounidense para derrocar el gobierno ‎y eso es lo que buscan.‎

El resto es una reducida clase media urbana surgida gracias al progreso económico y social de ‎la gestión presidida por Daniel Ortega entre 2007 y 2018, cuando el fallido intento de golpe ‎de Estado violento interrumpió el proceso de crecimiento económico. Se ha incorporado a esta ‎clase media una población urbana, de base étnica criollo-mestiza, dedicada al comercio y a otros ‎servicios.‎

 6. La realidad sociopolítica es que Daniel Ortega y el FSLN ganan las elecciones muy ‎cómodamente con bastante más del 50% de los votos.‎

El encarcelamiento de opositores vinculados a la injerencia estadounidense, autotitulados ‎‎“precandidatos” (aunque no están inscriptos como tales por ningún partido legalmente ‎habilitado para las elecciones), no es una “represión totalitaria necesaria para ganar las ‎elecciones”. Cristiana Chamorro, en las encuestas más favorables (suponiendo que fuera ‎candidata de la oposición unificada) tiene un 21% de intención de voto y en las encuestas ‎más desfavorables (suponiendo que fuera candidata sólo de “su” partido, por ahora ‎inexistente) tiene apenas un 5%.‎

Las órdenes de prisión preventiva por el blanqueo del dinero que financia la injerencia electoral ‎estadounidense se ajustan al derecho. Para la cultura política no demoliberal dominante ‎en Nicaragua no tiene ninguna importancia que se los detenga cuando se está iniciando el ‎proceso electoral.‎

Obviamente para países culturalmente demoliberales como los europeos occidentales (o quasi-‎demoliberales, como Argentina y México) esto parece un “atropello dictatorial que impide una ‎justa competencia electoral”.‎

En Argentina “lo normal” habría sido que los “operadores judiciales” (agentes de los servicios ‎de inteligencia del Estado), cumpliendo indicaciones del presidente, ignorasen la ‎división de poderes y determinaran la fecha electoralmente más conveniente para la orden ‎judicial de detención.‎

En Nicaragua no existe esa hipocresía seudo-demoliberal y por eso los detienen en el momento ‎procesal que toque, al margen de la campaña electoral, porque las elecciones las gana el FSLN ‎de todos modos.‎

No existe ninguna movilización social reclamando por las detenciones de los Chamorro y sus ‎socios.‎

 7. Los sectores más conservadores de la iglesia católica impulsaron abiertamente ‎el levantamiento golpista de 2018 desde los púlpitos, (de modo muy semejante al golpe ‎contra Perón en 1955, identificado con el “Cristo Vence”). Hoy la iglesia católica tiene una ‎posición “opositora elíptica” en las homilías, pero llamando a la paz.‎

Todo parece indicar que el papa Francisco intervino, con la habitual discreción vaticana, ‎removiendo a los curas más violentos e induciendo a este cambio de discurso político.‎ La figura y el mensaje del papa Francisco son públicamente difundidos y destacados ‎elogiosamente por el propio gobierno.‎

 8. La Constitución y la legislación electoral nicaragüenses son jurídicamente democráticas ‎y pluralistas; en ese contexto, la realidad sociopolítica muestra un sistema pluralista de partido ‎hegemónico.‎

Esto no es consecuencia de alguna maniobra proscriptora del sandinismo, sino la manifestación ‎política natural de una sociedad con muy escasa diversidad de clases sociales.‎

Existe una inmensa mayoría popular campesina pobre, históricamente explotada y postergada ‎tanto por el capitalismo neocolonial del somocismo como por los partidos neoliberales que ‎gobernaron entre 1991 y 2006.‎

No existen grandes masas de sectores medios que pudieran dar base social a un sistema, ‎por ejemplo, de 3 grandes partidos que podrían alternarse en el poder formando coaliciones.‎

Existe una minoría social de ricos (algunos muy ricos) que son antisandinistas y una inmensa ‎mayoría pobre que es sandinista porque goza de una sostenida mejora de su calidad de vida. ‎La franja social de “independientes” o “apolíticos” no es políticamente significativa.‎

El partido hegemónico surge porque el FSLN es el único partido nacional que representa ‎y favorece el progreso socioeconómico y el orgullo nacional de la inmensa mayoría ‎indoamericana y afrodescendiente, siendo capaz de construir alianzas con los partidos regionales ‎e indígenas.‎

 9. La paz social que se observa a simple vista en Nicaragua es muy superior a la que existe ‎en Argentina y en México (ni comparar con lo visto en Colombia, Ecuador o Chile).‎

No existen piquetes que corten calles o rutas; no hay huelgas sindicales ni hay lock out ‎patronal que paralicen el país.‎

Tampoco existe violencia social/criminal del tipo de las maras salvadoreñas ni violencia de ‎grandes bandas de crimen organizado. No hay asaltos a bancos, ni secuestros de empresarios, ‎ni mafias violentas de narcotraficantes, como en México o como en la ciudad de Rosario, ‎en Argentina.‎

Los mercados populares y los shopings y centros comerciales de la clase media y alta exhiben ‎un funcionamiento socioeconómico normal, en paz y sin tensiones visibles.‎

 10. En Nicaragua se ven libremente más de 80 canales de televisión.‎

Hay varios canales de TV nicaragüenses privados independientes (los canales 10, 12, 14, 23) que ‎expresan diversos grados de agresividad opositora. Gozan de una libertad de expresión que puede ‎considerarse hasta excesiva; el canal 10 es el más violento y es normal escuchar cualquier día ‎que digan que “el dictador Daniel Ortega es un criminal que anda asesinando campesinos” ‎‎¡y no pasa nada!‎

Además, la iglesia católica tiene un canal propio que transmite con total libertad lo que ‎se le ocurra, incluyendo las homilías del cardenal en todas sus misas en directo. Por otra parte, ‎también se ve el canal de televisión del Vaticano en español, que goza de idéntica libertad de ‎expresión.‎

También se pueden ver libremente la CNN en español e inglés, el canal Euronews, la TVE ‎española, la cadena Caracol de Colombia, varios canales mexicanos, TeleSUR, Russia Today y ‎el canal chino CGTN en español.‎

Como televisión oficialista existen varios canales, algunos son privados afines ‎al gobierno, y un canal oficial parlamentario.‎

El único canal de televisión que fue clausurado incurrió en graves delitos instigando ‎explícitamente y dando instrucciones operativas en tiempo real para que las turbas golpistas ‎destruyeran e incendiaran instalaciones públicas y de militantes sandinistas durante el golpe ‎fallido de 2018.‎

 11. La edición en papel del diario [opositor] La Prensa es limitada por la sencilla razón de que no existen ‎los kioscos de diarios y revistas ni los “canillitas” [vendedores ambulantes] que venden a viva voz los diarios en una ‎esquina. El diario se vende por suscripción a la reducida clase media y alta. La inmensa ‎mayoría de la sociedad nicaragüense no lee diarios en papel.‎

La edición digital del diario La Prensa se publica cotidianamente sin ningún problema.‎

 12. Nicaragua no se parece en nada a un país comunista y su sistema económico está lejos de ‎ser estatista.‎

No existe un banco comercial del Estado, como el Banco Nación o los Bancos Provincia o Banco ‎Ciudad en la Argentina. La ley no autoriza la constitución de bancos cooperativos. Todos los bancos comerciales son privados y opositores, que se dan el lujo de boicotear las ‎operaciones financieras cotidianas del gobierno, al extremo de que hay empleados públicos que ‎tienen que cobrar sus salarios en el Banco Central.‎

No existen grandes empresas estatales. Hay libre convertibilidad monetaria entre el córdoba [la ‎moneda nicaragüense] y el dólar, pudiendo pagarse con dólares en cualquier comercio y no hay ‎fijación de precios por el gobierno.‎

La planificación económica es indicativa y hecha a partir de la demanda; está ejecutada por ‎protagonistas privados de la economía familiar y cooperativa. Las instituciones gubernamentales ‎prestan su ayuda técnica y financiera para que esos actores socioeconómicos populares puedan ‎implementar los planes nacionales del desarrollo económico y social.‎

La tasa máxima del impuesto a la renta era del 10% hasta 2019 y actualmente es del 15% ‎‎(en España es del 49%). Es habitual que empresarios obtengan del gobierno exoneraciones ‎fiscales.‎

La tasa general del IVA es de 15% y los alimentos frescos están exentos (en Argentina la tasa ‎general del IVA es del 21%, del 27% para la electricidad y del 10,5% para alimentos frescos).‎

Hay grandes empresas extranjeras funcionando sin ningún inconveniente (incluyendo empresas ‎como Cargill o cadenas hoteleras transnacionales). Las principales inversiones extranjeras están ‎dentro del régimen de Zona Franca y por lo tanto no pagan ningún impuesto.‎

 13. ¿Cómo se explica que esta realidad merezca la avasallante y súbita campaña mediática ‎mundial para implantar, como “posverdad”, las fake news de que una dictadura populista-‎comunista está suprimiendo la libertad de prensa, encarcelando a los candidatos opositores que ‎ganarían las elecciones y persiguiendo a los disidentes sandinistas” que se opondrían dentro del ‎partido oficialista al personalismo dictatorial de Daniel Ortega?‎

Esta campaña de fake news de los multimedia oligopolizados en la globalización neoliberal ‎no es otra cosa que un bombardeo “de nuevo tipo” contra un Estado y un pueblo soberanos ‎en la Tercera Guerra Mundial en curso.‎

Vivimos una guerra que es simultáneamente una típica disputa geopolítica entre potencias ‎‎(por ahora sin disparos de misiles estratégicos) y también una guerra civil mundial genocida, ‎declarada por el establishment económico de la globalización contra los pobres del mundo; ‎el objetivo es despojar a los pueblos pobres de su soberanía sobre los recursos naturales ‎cada vez más escasos y reducir la población mundial.‎

¿Qué otra cosa que defenderse con sus propias leyes pueden hacer los Estados y pueblos ‎soberanos cuando una potencia extranjera intenta promover una guerra civil interna para ‎derrocar sus gobiernos y destruir su sistema social?‎

Fuente: APU.