Por instrucciones de mi Gobierno, quisiera comunicarles lo siguiente.

Hacia las 23.30 horas del jueves 19 de agosto de 2021, las autoridades de la ocupación israelí perpetraron una nueva agresión en territorio de la República Árabe Siria: dispararon varias andanadas de cohetes desde el sudeste de Beirut hacia zonas próximas a la capital, Damasco, y a la ciudad de Homs.

Esta nueva y traicionera agresión israelí se enmarca en las políticas criminales que ejecuta de forma sistemática y constante, así como en una evidente alternancia de funciones entre todas las partes que están implicadas en el derramamiento de sangre siria, y que contribuye a prolongar la guerra terrorista contra el país. Todos los Estados del mundo saben que el objetivo principal de esas agresiones es elevar la moral de sus terroristas, pistoleros y criminales, tanto en la región nororiental, que ocupa el ejército de Estados Unidos, como en la región noroccidental, ocupada por las fuerzas turcas del régimen de Erdoğan, y los terroristas de los que se sirven en la ciudad de Deraa, en flagrante violación de las disposiciones del derecho internacional, la legitimidad internacional y la Carta de las Naciones Unidas y sus resoluciones al respecto, en todas las cuales se exige respeto a la soberanía, la unidad y la integridad territorial de Siria.

Las constantes agresiones terroristas de las autoridades de ocupación israelíes no lograrán doblegar ni intimidar al pueblo sirio, al Ejército Árabe Sirio y a sus aliados, como tampoco los disuadirán de su objetivo de derrotar a las organizaciones Daesh y Frente Al-Nusra, con sus diversas denominaciones, y a los demás grupos terroristas que son socios de Israel y de los Estados Unidos de América en sus empresas terroristas. Al contrario, acrecentarán la determinación de nuestro pueblo de lograr la inevitable victoria sobre el terrorismo y recuperar el Golán sirio ocupado utilizando para ello todos los medios que contemple el derecho internacional.

La República Árabe Siria reitera una vez más que Israel no habría podido perseverar en su actitud peligrosa y agresiva de no haber sido por la luz verde y el apoyo ilimitado y constante que le facilitaron algunos de esos Estados, en particular la administración estadounidense, sumida ahora en la confusión ante el resultado de sus correrías en Afganistán.

La República Árabe Siria pide nuevamente al Consejo de Seguridad y al Secretario General que asuman las responsabilidades que les corresponden en el marco de la Carta de las Naciones Unidas, de las cuales la más importante es mantener la paz y la seguridad internacionales. Deben tomar medidas contundentes e inmediatas para evitar que se repitan estas agresiones israelíes y obligar a Israel a respetar las resoluciones relativas al Acuerdo sobre la Separación de las Fuerzas y rendir cuentas por los actos terroristas y los crímenes que ha cometido contra el pueblo sirio, el pueblo libanés y el pueblo palestino, así como por su apoyo continuo a las organizaciones terroristas. Todos esos actos constituyen transgresiones flagrantes de la Carta de las Naciones Unidas, las disposiciones del derecho internacional, las resoluciones del Consejo de Seguridad 242 (1967), 338 (1973), 350 (1974) y 497 (1981), todas las resoluciones relativas a la crisis siria, la resolución 1701 (2006) del Consejo y todos los instrumentos y resoluciones internacionales relativos a la lucha contra el terrorismo.

Le agradecería que tuviera a bien hacer distribuir la presente carta como documento del Consejo de Seguridad.