Por iniciativa del secretario general del Partido Comunista Francés (PCF), Fabien Roussel, ‎los diputados de esa formación política presentaron al buró de la Asamblea Nacional una ‎‎«proposición de resolución tendiente a luchar contra la banalización de los discursos de odio en el ‎debate público». ‎

Esta iniciativa ha sido presentada como una acción que apunta impedir que Eric Zemmour, ‎condenado en 2011 por «provocación al odio racial» y en 2018 por «provocación implícita al ‎odio religioso», pueda presentar su candidatura a la próxima elección presidencial. ‎

En 2011 Eric Zemmour justificó que un empleador decida no dar trabajo a una persona por tener ‎aspecto de extranjero o de descendiente de inmigrantes, lo cual está explícitamente prohibido por la ley. En 2018, Zemmour ‎emitió sobre los musulmanes en general ciertas opiniones que podían interpretarse como una ‎exhortación «implícita» a la discriminación. Este último caso está todavía pendiente de una ‎decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. ‎

El texto presentado al buró de la Asamblea Nacional se limita a solicitar al ministro de Justicia ‎que estimule los magistrados a emitir una condena a la pena complementario de inelegibilidad ‎prevista en la ley contra los culpables de actos racistas cuyo delito resulte «particularmente ‎odioso o reiterado». Por supuesto, esa disposición no podría aplicarse a las condenas ya ‎pronunciadas contra Eric Zemmour pero penalizaría las declaraciones que pudiera hacer durante ‎su hipotética campaña electoral. ‎

Tal parece como si el PCF estuviese tratando de aliarse al gobierno para impedir una candidatura ‎en particular. ‎