El ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, entregó al ministro de Exteriores libanés imágenes ‎satelitales del puerto de Beirut captadas sólo instantes después de la enorme deflagración que ‎arrasó esa instalación y parte de la capital libanesa el 4 de agosto de 2020. ‎

Las imágenes entregadas por Rusia podrían permitir aclarar lo sucedido, elucidando detalles ‎como la cantidad de explosiones y el origen del siniestro (¿hubo un incendio que alcanzó más de ‎‎2 000 toneladas de nitrato de amonio allí almacenadas o un tiro de misil desde un avión?). ‎

La investigación libanesa sigue sin aclarar el drama y se ha concentrado hasta ahora en las ‎actividades y decisiones de los funcionarios responsables del puerto. ‎

El Hezbollah, ya anteriormente acusado del asesinato del ex primer ministro Rafic Hariri, ‎perpetrado en febrero de 2005, no está dispuesto a permitir que la investigación sobre la ‎destrucción del puerto de Beirut siga dando lugar a hipótesis que no se basen en indicios reales y ‎enteramente confirmados. ‎

Inmediatamente después de la catástrofe, el presidente libanés, Michel Aoun, solicitó a Francia ‎las imágenes captadas por los satélites franceses, pero el pedido libanés quedó sin respuesta. ‎Un consejero del presidente francés Emmanuel Macron se limitó a declarar a un semanario ‎libanés que el día de los hecho los satélites franceses estaban fuera de servicio. ‎