Estados Unidos había logrado convencer a sus aliados de la OTAN para respaldar militarmente a ‎Ucrania en caso de conflicto con Rusia. Pero Moscú acaba de obtener el apoyo de Pekín ante un ‎posible conflicto con Ucrania y la OTAN. ‎

El presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, y el presidente de la República Popular China, ‎Xi Jinping, abordaron la cuestión durante una videoconferencia. ‎

En definitiva, los estrategas de Washington se equivocaron al creer que Rusia cedería si elevaban ‎el nivel de tensión alrededor de Ucrania. Lo único que han logrado es consolidar la alianza militar ‎entre Moscú y Pekín. ‎

Rusia y China acaban de exigir a Estados Unidos que contraiga compromisos escritos en cuanto a ‎no seguir extendiendo la OTAN hacia el este, a no estacionar armamento en Ucrania ni en ‎Georgia y a hacer que el gobierno ucraniano ponga en aplicación los acuerdos de Minsk. ‎