Buenas tardes. Hoy quisiera brindarles una actualización sobre la crisis que involucra a Rusia y Ucrania.

Desde el inicio de la crisis, he sido absolutamente claro y consistente: Estados Unidos está preparado para lo que sea que ocurra.

Estamos preparados en términos de diplomacia, para mantener una interacción diplomática con Rusia y nuestros aliados y socios con el objeto de fortalecer la estabilidad y la seguridad en Europa.

Y estamos preparados para responder con determinación a un ataque ruso contra Ucrania, algo que todavía sigue siendo una posibilidad muy concreta.

Durante los acontecimientos de las últimas semanas y meses, esa ha sido nuestra postura. Y sigue siendo nuestra postura actualmente.

Hoy quisiera hablarle al pueblo estadounidense sobre la situación en el terreno, los pasos que hemos dado, las acciones que estamos preparados a realizar y lo que está en juego para nosotros y el resto del mundo, y cómo esto podría afectarnos aquí en nuestro país.

Desde hace semanas, junto con nuestros aliados y socios, mi gobierno ha llevado adelante esfuerzos diplomáticos en forma incesante.

Este fin de semana volví a hablar con el presidente Putin para dejar en claro que estamos dispuestos a seguir impulsando esfuerzos diplomáticos de alto nivel con el fin de alcanzar acuerdos escritos entre Rusia, Estados Unidos y las naciones de Europa que aborden consideraciones de seguridad legítimas, si eso es lo que desea. Sus consideraciones de seguridad y las nuestras.

El presidente Putin y yo acordamos que nuestros equipos deberían seguir colaborando en pos de ese objetivo junto con nuestros aliados y socios europeos.

Ayer, el gobierno ruso propuso en forma pública continuar en la vía de la diplomacia. Estoy de acuerdo con eso. Debemos conceder a la diplomacia las máximas posibilidades de prosperar. Creo que hay formas muy precisas de abordar nuestras respectivas consideraciones de seguridad.

Estados Unidos ha puesto sobre la mesa ideas concretas orientadas a establecer un clima de seguridad en Europa.

Hemos propuesto nuevas medidas de control relacionadas con armas, nuevas medidas sobre transparencia y nuevas medidas sobre estabilidad estratégica. Tales medidas se aplicarían a todas las partes… a la OTAN y a Rusia por igual.

Y estamos dispuestos a dar pasos prácticos, orientados al logro de resultados, que puedan mejorar nuestra seguridad común. Sin embargo, no estamos dispuestos a sacrificar principios básicos.

Las naciones tienen derecho a la soberanía y a la integridad territorial. Tienen la libertad de trazar su propio camino y elegir con quiénes desean asociarse.

Pero eso deja un amplio margen para la diplomacia y para la desescalada. A nuestro criterio, ese es el mejor camino para todas las partes. Y seguiremos impulsando nuestros esfuerzos diplomáticos en consulta estrecha con nuestros Aliados y socios.

Mientras exista la esperanza de una solución diplomática que evite el uso de la fuerza y evite el inmenso padecimiento humano que eso conllevaría, intentaremos impulsar esa vía.

El Ministerio de Defensa de Rusia informó hoy que algunas unidades militares están abandonando sus posiciones próximas a Ucrania.

Eso sería algo positivo, pero todavía no hemos corroborado que esté ocurriendo. Todavía no hemos constatado que unidades militares rusas estén regresando a sus bases de origen. De hecho, nuestros analistas indica que siguen en una posición amenazante. Y la situación sigue siendo la siguiente: en este momento, Rusia tiene más de 150.000 soldados que rodean Ucrania en Bielorrusia y a lo largo de la frontera de Ucrania.

La eventualidad de una invasión sigue siendo una posibilidad. Pero eso hemos instado en varias oportunidades a todos los estadounidenses en Ucrania a irse ahora, antes de que sea demasiado tarde para poder irse en condiciones de seguridad. Por eso hemos reubicado momentáneamente nuestra embajada, que fue trasladada de Kiev a Lviv en Ucrania occidental, cerca de la frontera con Polonia.

Y hemos sido transparentes con el pueblo estadounidense y con el mundo acerca de los planes de Rusia y la gravedad de la situación, para que todos puedan apreciar por sí mismos lo que ocurre. Hemos transmitido lo que sabemos y lo que estamos haciendo al respecto.

Quisiera ser también muy claro sobre lo que no estamos haciendo:

Estados Unidos y la OTAN no son una amenaza para Rusia. Ucrania no está amenazando a Rusia.

Ni EE. UU. ni la OTAN tienen misiles en Ucrania. Tampoco tenemos planes de posicionarlos allí.

No estamos actuando contra el pueblo de Rusia. No tenemos interés en desestabilizar a Rusia.

A los ciudadanos de Rusia les decimos: no somos su enemigo. Y no creo que tengan interés en una guerra sangrienta y destructiva contra Ucrania, un país y una población con los que comparten profundos lazos familiares, históricos y culturales.

Hace 77 años, nuestro pueblo luchó y se sacrificó hombro a hombro para poner fin a la guerra más nefasta de la historia.

La Segunda Guerra Mundial fue una guerra por necesidad. Pero si Rusia ataca Ucrania, sería una guerra por elección, una guerra sin causa o motivo.

No digo esto con ánimo de provocar sino de decir la verdad, porque la verdad es algo importante, e igualmente lo es la rendición de cuentas.

Si Rusia efectivamente realiza una invasión en los próximos días o semanas, el costo humano para Ucrania sería inmenso y el costo estratégico para Rusia también sería inmenso.

Si Rusia ataca Ucrania, deberá enfrentar una condena internacional abrumadora. El mundo no olvidará que Rusia eligió una opción innecesaria de muerte y destrucción.

Invadir Ucrania será una herida autoinfligida.

Estados Unidos y nuestros aliados y socios responderán con contundencia. Occidente está unido y galvanizado.

En la actualidad, nuestros aliados de la OTAN y la Alianza están más unidos y determinados que nunca. Y la fuente de nuestra fortaleza inquebrantable sigue siendo el poder, la resiliencia y el atractivo universal de los valores democráticos que tenemos en común.

Porque esto tiene que ver con mucho más que Rusia y Ucrania. Se trata de defender aquello en lo que creemos, el futuro al que aspiramos para nuestro mundo, la libertad, el derecho de innumerables países a elegir su propio destino y el derecho de las personas a forjar su futuro, así como el principio de que un país no puede modificar las fronteras de otra nación vecina por la fuerza. Esa es nuestra postura. Y con eso como objetivo, tengo la convicción de que esa visión y la libertad prevalecerán.

Si Rusia avanza, convocaremos al mundo entero para oponerse a su agresión.

Estados Unidos y nuestros aliados y socios en todo el mundo están dispuestos a imponer sanciones contundentes y controles de exportación, incluidas acciones que no impulsamos cuando Rusia invadió Crimea y Ucrania oriental en 2014. Ejerceremos una intensa presión sobre sus instituciones financieras más grandes y significativas, así como sobre sus principales industrias.

Estas medidas se aplicarían inmediatamente si Rusia decide actuar. Impondremos consecuencias a largo plazo que menoscabarían la posibilidad de Rusia de competir en términos económicos y estratégicos.

Y con respecto a Nord Stream 2, el ducto que llevaría gas natural de Rusia a Alemania, si Rusia sigue invadiendo Ucrania, no sucederá.

Si bien no enviaré a militares estadounidenses a combatir contra Rusia en Ucrania, hemos suministrado equipos a las fuerzas militares ucranianas para ayudarlas a defenderse. Hemos proporcionado entrenamiento, asesoramiento e inteligencia también para ese fin.

Y no debe haber dudas sobre lo siguiente: Estados Unidos defenderá cada centímetro del territorio de la OTAN con la plena potencia del poder estadounidense. Un ataque contra un país de la OTAN constituye un ataque contra todos nosotros. Y el compromiso de Estados Unidos con el artículo 5 es inviolable.

En respuesta al desplazamiento de soldados de Rusia, ya he enviado a más fuerzas estadounidenses para reforzar el flanco oriental de la OTAN.

Varios de nuestros aliados también han anunciado que añadirán fuerzas y capacidades para asegurar los objetivos de disuasión y defensa en el flanco oriental de la OTAN.

También seguiremos llevando a cabo ejercicios militares con Aliados y socios para reforzar la preparación defensiva.

Y si Rusia concreta la invasión, adoptaremos otras medidas para reforzar nuestra presencia en la OTAN, llevar tranquilidad a nuestros aliados y disuadir ulteriores agresiones.

Esta es una causa sobre la que coinciden tanto republicanos como demócratas. Y quisiera agradecer a los líderes y miembros del Congreso de ambos partidos que han hecho declaraciones enérgicas en defensa de nuestros principios estadounidenses más fundamentales y bipartidistas.

No voy a aparentar que esto será indoloro. Podría haber consecuencias para los precios de nuestra energía, y por eso estamos dando pasos activos para mitigar la presión sobre nuestros propios mercados y compensar el incremento en los precios.

Estamos actuando en coordinación con los grandes consumidores y productores de energía. Estamos preparados para desplegar todas las herramientas y facultades a nuestro alcance para mitigar el impacto en el precio del combustible.

Y voy a trabajar con el Congreso para la adopción de medidas adicionales

que ayuden a los consumidores y aborden el impacto sobre el precio del combustible.

No tenemos interés en una confrontación directa con Rusia, pero he dejado en claro que si Rusia actúa contra ciudadanos estadounidenses en Ucrania, responderemos de manera enérgica.

Y si Rusia ataca a Estados Unidos y nuestros aliados empleando medios asimétricos como ciberataques disruptivos contra nuestras empresas o infraestructura crítica, estamos preparados para responder en consecuencia.

Estamos actuando en forma totalmente sincronizada con nuestros aliados y socios de la OTAN para reforzar nuestra defensa colectiva contra las amenazas en el ciberespacio.

Sigue habiendo dos vías abiertas. Por la responsabilidad histórica que Rusia y Estados Unidos comparten respecto de la estabilidad mundial, y por el bien de nuestro futuro en común, la vía es la diplomática.

Pero no debe haber dudas: si Rusia comete esta transgresión invadiendo Ucrania, las naciones responsables en todo el mundo no vacilarán en responder.

Si no defendemos la libertad donde hoy está en riesgo, el costo que tendremos que afrontar en el futuro será mucho mayor.

Gracias. Los mantendré informados.