Las informaciones recogidas por el ejército ruso entre las personas que se hallaban en el complejo ‎siderúrgico Azovstal hacen pensar que allí había 2 500 miembros del ejército ucraniano, entre ‎los cuales se contaban al menos 804 banderistas del regimiento Azov. ‎

Los 1 800 elementos armados ucranianos que aún estaban atrincherados en Azovstal se rindieron a las ‎fuerzas rusas el 16 de mayo. ‎

Por su parte, los civiles ucranianos que ya habían salido del complejo siderúrgico aseguraron a los ‎entrevistadores rusos que los banderistas los utilizaban como escudos humanos. ‎

Las autoridades rusas se han comprometido a liberar los soldados ucranianos pero consideran que ‎los banderistas –así llamados porque pertenecen al movimiento creado en Ucrania por Stepan Bandera ‎‎(1909-1959), activo colaborador de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial–, son ‎terroristas que tendrán que ser juzgados por los crímenes que han cometido ‎desde 2014. ‎

El presidente del parlamento ruso, Viacheslav Volodin, ha expresado su intención de solicitar la ‎adopción de un proyecto de ley que prohíba incluir a los banderistas del regimiento Azov en los ‎intercambios de prisioneros entre Rusia y Ucrania. ‎