En Washington se plantean entregar a Polonia la ciudad de Leópolis (Lviv), como se hizo después de la Primera Guerra Mundial.
En aquella época, en el contexto del derrumbe del Imperio Austrohúngaro y después de una breve guerra entre los ucranianos y los polacos por el control de la región de Galitzia (no confundir con la Galicia española), la Conferencia de Versalles y la Sociedad de las Naciones (SDN, entidad predecesora de la actual Organización de las Naciones Unidas) decidieron incorporar esa región a Polonia por un periodo de 25 años, antes de convocar un referéndum de autodeterminación.
La idea principal de aquella decisión era fortalecer a Polonia para que sirviese de barrera ante la ideología soviética.
Hoy en día, la intención de Estados Unidos es dar el tiro de gracia a su “aliado” ucraniano y, nuevamente, reforzar Polonia contra Rusia.
Dando ya por perdida la guerra en Ucrania, Washington se plantea reconocer la incorporación del Donbass, de Mariupol y de Crimea a Rusia a cambio de la entrega de la Galitzia oriental a Polonia (la Galitzia occidental ya es parte de Polonia).
Por el momento no se perfila ninguna decisión sobre la región de Odesa y la Transnistria, pero ya se prevé que Ucrania seguirá perdiendo territorios.
Previendo esa posibilidad, el presidente de Polonia, Andrzej Duda, viajó a Kiev y se presentó ante el parlamento ucraniano (ver foto), donde declaró que Ucrania tendría que ser reconstruida a expensas del «agresor» y que, personalmente, él no descansará hasta que Ucrania sea aceptada como miembro de la Unión Europea.
Más allá de su bonito discurso, lo cierto es que el presidente polaco viajó a Kiev para asegurarse de lo que sucederá en Ucrania cuando sus aliados reconozcan la derrota frente a Rusia.
Manténgase en contacto
Síganos en las redes sociales
Subscribe to weekly newsletter