El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, viajó a Moscú para participar en las obsequias del ‎único presidente de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, fallecido el 30 de agosto. ‎

El jefe del gobierno húngaro se convierte así en el único dirigente europeo en ignorar la ‎prohibición de viajar a la Federación Rusa que el Consejo Europeo impone actualmente a los ‎gobiernos de todos los países miembros de la Unión Europea. ‎