Miguel Guaglianone
Escritor uruguayo-venezolano radicado en Caracas, investigador independiente.

Los hechos de las últimas semanas parecen venir apoyando la hipótesis de que los propósitos estratégicos a corto y mediano plazo diseñados en el Pentágono, los Think Tanks y el Departamento de Estado para la región Norte de Sudamérica, tienen que ver con promover un conflicto bélico entre algunas naciones del continente, con la intención de hacer retroceder los movimientos independentistas e integracionistas que florecen en Sudamérica

El proceso por el cual los medios masivos de comunicación influyen y condicionan a sus receptores, ha llegado a ser un sistema integrado de alienación mundial

La discusión sobre el socialismo del siglo XXI sigue abierta. Encontrar una forma de sociedad que proporcione oportunidades de igualdad, inclusión y justicia para todos sus miembros y que sea capaz de trascender los males producidos por lo que llamamos el “sistema capitalista” es hoy más que nunca una necesidad inmediata

La dinámica política acelerada, tan característica del proceso social venezolano, parece haberse atemperado luego de los resultados del referéndum del 2 de diciembre pasado

A pesar de la habitual escasez informativa de los feriados de carnaval (escasez que es más bien producto del asueto de periodistas) la situación colombiana sigue generando nuevos acontecimientos, mostrando una vez más que es un proceso en desarrollo que está atravesando un momento coyuntural

El anuncio del presidente Uribe de su decisión de enviar a las fuerzas armadas neogranadinas a cercar a las FARC -sobretodo a aquellos sitios donde existe información de inteligencia (y del sistema de satélites norteamericanos) que localizaría los campos de prisioneros de la guerrilla- marca un nuevo hito en el proceso de escalada bélica del gobierno colombiano, apoyado y dirigido por la Casa Blanca

El presidente Uribe, que se sabe en franco retroceso en la consideración internacional al hacerse evidente su doble discurso respecto al conflicto armado en su país -a partir de haberse concretado la liberación de las dos prisioneras en poder de las FARC- ha emprendido una rápida gira por Europa en un intento de equilibrar una situación política que lo desfavorece a nivel nacional e internacional

La Ucronía es un método usado por los historiadores para ampliar el conocimiento de los procesos históricos. Consiste en suponer -considerando momentos coyunturales de la historia- que las cosas se hubieran dado de otra manera (¿Qué hubiera sucedido si la Armada Invencible no es despedazada por una tormenta y vence a la flota inglesa? ó ¿Qué hubiera sucedido si Colón naufraga y no llega nunca a América?) y tratar de determinar el nuevo rumbo que habrían tomado los acontecimientos.

Que los medios de comunicación de masas son muy útiles para concentrar y manejar el poder sobre grandes conglomerados humanos es algo que fue evidente desde su invención, desarrollo e imposición en una Sociedad Occidental que durante todo el siglo XX se fue constituyendo como urbana y de masas.

Venezuela está inmersa en un profundo proceso de cambios. El proceso bolivariano está realizando inmensos esfuerzos por promover cambios económicos, productivos, educacionales, institucionales y hasta de distribución geográfica y humana en nuestra nación.
Pero estamos dejando un importante flanco al descubierto. Los cambios culturales, que están incluidos en la definición más amplia de cultura* y que abarcan los sistemas de valores y los hábitos y costumbres de vida, y que son los que definen la visión del mundo de los integrantes de cualquier sociedad y determinan sus acciones.

Si más pruebas necesitáramos de como los medios (particularmente en Venezuela) están operando como partidos políticos, y de como además son capaces de generar una “realidad” adecuada a sus propios intereses, basta con realizar una evaluación del tratamiento que los medios opositores han dado y siguen dando al caso del maletín repleto de dólares que un empresario de origen venezolano residenciado en Miami, intentara introducir en la República Argentina sin declararlos.
Desde el mismo origen, la (...)

Las nuevas alternativas para un mundo mejor en el siglo XXI nacen en medio de la crisis de un sistema que está llegando a los límites de sus posibilidades. La concentración exponencial de capital y poder en manos de una minoría, la fosa cada vez más profunda entre la forma de vida de esa minoría y la de las grandes mayorías humanas excluidas -cada vez más hambrientas y despojadas-está produciendo respuestas a lo largo y ancho del mundo. El sistema cruje, sacudido desde sus cimientos por el absurdo de una producción para esa minoría orientada al consumo y al derroche, que devasta al planeta

El presidente Hugo Chávez se ha atrevido a poner sobre el tapete un tema espinoso y crucial: el del socialismo en el siglo XXI. Tema que desde hace muchos años, a partir de las derrotas de la izquierda en los 60 y 70 y la posterior caída de la Unión Soviética -pero sobre todo después de la imposición a nivel global de la "revolución neoliberal" de Margaret Theacher y Ronald Reagan- ha sido tabú (o ha sido invisible) tanto para las derechas -que han presentado "el fin de las ideologías" como un hecho consumado- como para las propias corrientes progresistas, disminuidas, frustradas, desorientadas y fuera del ámbito público en este período.
1
|
2
Artículos más leídos