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Russia Today (Rusia)
193 artículos

Sudamérica bajo amenaza
Estados Unidos instalará una nueva base militar en Perúpor
Ariel Noyola Rodríguez

Luego de la destitución parlamentaria de Dilma Rousseff (Brasil) y el arribo de Mauricio Macri a la Casa Rosada (Argentina), Estados Unidos intenta desesperadamente incrementar su presencia militar en América Latina, y especialmente, en el Cono Sur. Perú, uno de los países que integran la Alianza del Pacífico, es la víctima más reciente de las incursiones imperiales de Washington. El gobierno regional del Amazonas (Perú) aprobó a finales de 2016 la instalación de una nueva base militar de Estados Unidos que, ante la opinión pública, se presenta como un centro de respuesta frente a desastres naturales.
La Organización de Cooperación de Shanghái encabeza la gran transformación de Eurasia
por
Ariel Noyola Rodríguez

La Organización de Cooperación de Shanghái está en camino de pasar de la cooperación en materia de seguridad y defensa, a sumar esfuerzos en los ámbitos económico y financiero. Durante su 15ª cumbre, realizada a principios de noviembre, el primer ministro de China propuso a los miembros de este grupo la creación de un área de libre comercio y un banco regional de desarrollo, lo cual elevaría la influencia de Pekín y Moscú en una región que, según uno los principales geoestrategas estadounidenses, terminará por definir el futuro de la hegemonía global.

Aunque ya pasaron más de 8 años desde la quiebra de Lehman Brothers, la economía mundial sigue padeciendo graves problemas estructurales. No solamente el mundo no consigue superar el bajo crecimiento, sino todavía peor, el endeudamiento ha crecido de forma explosiva en los años recientes. Los países industrializados, como Estados Unidos, Alemania y Francia, han visto incrementadas sus deudas exponencialmente; y también los países emergentes, como Brasil y China. Es indudable, si el nivel de endeudamiento sigue creciendo, más temprano que tarde seremos testigos del estallido de otra crisis financiera.

Estados Unidos encuentra cada vez más obstáculos para mantener la hegemonía del dólar como moneda de reserva mundial. Durante los últimos meses, los países emergentes , al igual que Rusia y China, han vendido gran cantidad de bonos del Tesoro de Estados Unidos. Pero ahora también lo hace Arabia Saudita. Además, para protegerse de las bruscas fluctuaciones del dólar, los bancos centrales de varios países han venido adquiriendo enormes volúmenes de oro para diversificar sus reservas monetarias. En definitiva, la ofensiva global contra el dólar estadounidense está recrudeciéndose a través de la venta masiva de deuda estadounidense y, en paralelo, de compras colosales de metales preciosos.

Para hacer frente a la guerra financiera de Estados Unidos, es urgente que los BRICS fortalezcan sus vínculos de cooperación en los ámbitos de la economía y las finanzas. El nuevo banco de desarrollo de los BRICS debe aumentar su volumen de créditos, lo mismo el Acuerdo Contingente de Reservas. Adicionalmente, los BRICS deben poner en marcha lo más pronto posible su propia agencia de calificación. Para intensificar su cohesión económica, la implementación de un área de libre comercio echaría abajo las barreras arancelarias y, con ello, incrementaría sustancialmente los intercambios comerciales entre ellos. En definitiva, si no se toman cuanto antes las medidas pertinentes, los BRICS corren el riesgo de naufragar durante el próximo huracán financiero.

Es indudable, a los bancos centrales de los países industrializados se les agotó la artillería para combatir la crisis. Reunidos con motivo del encuentro anual de Jackson Hole, los responsables de la política monetaria escucharon aterrados el discurso de la presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos, Janet Yellen, quien en lugar de despejar las dudas en torno a la recuperación de la economía global, alimentó todavía más el pánico: es imposible seguir confiando en que la economía norteamericana sea la locomotora que saque del bajo crecimiento a las naciones industrializadas.
CUMBRE DEL BANCO ASIÁTICO DE INVERSIONES EN INFRAESTRUCTURA
China sacude la mesa del orden financiero mundialpor
Ariel Noyola Rodríguez

Durante la primera cumbre anual del Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura (BAII), realizada en Pekín, los chinos revelaron sus intenciones de asumir el liderazgo mundial en el financiamiento de infraestructura. Para finales de este año, es muy probable que el BAII tenga más de 100 países de miembros, con lo cual, lograría convertirse en la institución multilateral de crédito bajo el control de los países emergentes más importante de la historia. Sin embargo, todavía está pendiente que el BAII se decida a abandonar el dólar, pues solamente de esta manera la hegemonía de Estados Unidos en las finanzas internacionales será herida de muerte.

El mercado laboral de Estados Unidos ha vuelto a tropezar. El pasado mes de mayo, la nómina no agrícola creó 38 000 nuevos puestos de trabajo cuando los inversionistas de Wall Street esperaban un incremento superior a los 160 000. Janet Yellen, la presidenta del Sistema de la Reserva Federal, no tuvo otra alternativa que dejar intacta la tasa de interés de referencia después de la reunión de junio del Comité Federal de Mercado Abierto. El riesgo de una nueva recesión en Estados Unidos es mayor que nunca, aunque los medios de comunicación occidentales insistan en promover la idea de que los principales peligros son la desaceleración económica de China y la posible salida del Reino Unido de la Unión Europea.

Tras las sanciones económicas que Estados Unidos y la Unión Europea impusieron en contra de Rusia, Moscú y Pekín tejieron una poderosa mancuerna energética que ha transformado radicalmente el mercado mundial del petróleo. Además de incrementar sus intercambios de hidrocarburos de forma exponencial, ambas potencias orientales han decidido poner fin a la dominación del dólar en la fijación de precios del oro negro. El petroyuan es el instrumento de pagos de carácter estratégico que promete facilitar la transición a un sistema monetario multipolar, un sistema que tome en cuenta a varias divisas y que refleje la correlación de fuerzas del orden mundial actual.

Se insiste en promover la idea de que la recuperación de la economía de Estados Unidos viene cobrando fuerza desde hace tiempo. Incluso funcionarios de alto nivel de organismos financieros internacionales llegaron a declarar que la economía norteamericana había conseguido desacoplarse de la tendencia al bajo crecimiento que prevalece en el resto de los países industrializados. Sin embargo, ese optimismo desenfrenado contrasta con la realidad: la inflación no consigue aumentar de modo significativo y el desempleo se ha vuelto crónico en más de 30 estados de la Unión Americana, con lo cual, persisten los riesgos de deflación y de una nueva recesión.

La región de América Latina y el Caribe enfrenta uno de sus momentos más críticos desde que estalló la crisis global en septiembre de 2008. Las economías de la región no solamente se han desacelerado, sino que los países sudamericanos han sufrido graves contracciones, principalmente Brasil y Venezuela. Durante la más reciente cumbre de la CELAC, celebrada en Quito, Ecuador, se puso de manifiesto la necesidad de cerrar filas en torno a la unidad latinoamericana y de poner en funcionamiento los distintos instrumentos de cooperación financiera de la región: el Banco del Sur, el Fondo del Sur y el uso de monedas locales en los intercambios comerciales.

Apenas está comenzando el año 2016 y las pérdidas de las diferentes bolsas de valores alrededor del mundo son colosales: casi 8 billones de dólares durante las tres primeras semanas de enero según los cálculos de Bank of America Merrill Lynch. El Gobierno de Estados Unidos hizo adictos a los bancos de inversión a las políticas de crédito barato. Y ahora que el Sistema de la Reserva Federal terminó con los estímulos monetarios todo el mundo está pagando las consecuencias. En la cumbre de Davos más reciente se puso de relieve que la incertidumbre reina entre los grandes empresarios: nadie sabe dónde estallará la próxima crisis.

Los mandatarios de América del Sur se encuentran en un punto de bifurcación. Las economías de la región latinoamericana se contrajeron el año 2015 y, según diversas estimaciones, tendrán un crecimiento nulo en 2016. Nada indica que los precios de los productos primarios van a repuntar. De nuevo surge el dilema entre realizar ajustes de gasto público y solicitar préstamos a las instituciones de crédito subrogadas del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Sin embargo Ariel Noyola considera que los mandatarios de la región también podrían apostar por fortalecer los cimientos de la arquitectura financiera sudamericana mediante la puesta en marcha del Banco del Sur, un proyecto que ha permanecido estancado durante más de ocho años y, que frente a la gravedad de la situación económica actual, puede impedir la profundización de la (...)
El Congreso de Estados Unidos da su brazo a torcer y aprueba la reforma de cuotas del FMI
por
Ariel Noyola Rodríguez

Aparentemente el año 2015 marca el inicio de la revolución en el interior del FMI. Primero se avaló la inclusión del yuan en los DEG, la canasta de divisas creada en 1969 para servir de suplemento de las reservas oficiales de los países miembros. Y ahora, gracias a la aprobación del Congreso de Estados Unidos, el FMI podrá implementar finalmente la reforma del sistema de cuotas de representación, con lo cual, China y otras potencias emergentes ganarán peso en la toma de decisiones, mientras que los países del continente europeo perderán relevancia. No obstante, todavía es prematuro concluir que se trata de una transformación radical en la correlación de fuerzas dentro del FMI: Estados Unidos seguirá manteniendo su poder de veto.

A pesar de la fuerte oposición del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, el FMI aprobó finalmente el 30 de noviembre la inclusión del yuan en los Derechos Especiales de Giro, la canasta de divisas que se creó en 1969 para complementar las reservas oficiales de los miembros del organismo multilateral. De esta manera, la moneda china se convertirá a partir del próximo 1º de octubre de 2016 en la quinta integrante de la canasta del FMI. Y la influencia financiera de China en escala mundial seguirá creciendo a gran velocidad: el peso del yuan en los Derechos Especiales de Giro será mayor en comparación con el yen japonés y la libra esterlina.
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