Thierry Meyssan
Intelectual francés, presidente-fundador de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Sus análisis sobre política exterior se publican en la prensa árabe, latinoamericana y rusa. Última obra publicada en español: De la impostura del 11 de septiembre a Donald Trump. Ante nuestros ojos la gran farsa de las "primaveras árabes" (2017).
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Mientras todo va configurándose con vista a la creación de un Kurdistán independiente, Thierry Meyssan ve en ello una manipulación del sueño del pueblo kurdo en beneficio de Israel, Estados Unidos y Turquía. Denuncia además el proyecto de limpieza étnica del clan Barzani y destaca la oposición del PKK a la creación de un «Kurdistán» basado en tales premisas.

En pocas semanas están materializándose dos entidades a las que muy pocos concedían alguna posibilidad de concretarse: el Kurdistán y el Califato. Los acontecimientos están confirmando el análisis de Thierry Meyssan. Ambas entidades actúan estimuladas por Washington. Los hechos más recientes así lo demuestran.

La prensa internacional está presentando el repentino derrumbe del Estado irakí como resultado de la ofensiva del grupo terrorista conocido como EIIL. Pero, ¿quién puede creerse que un Estado poderoso, armado y organizado por Washington pueda desmoronarse en 1 semana ante un grupo yihadista oficialmente independiente de otro Estado? ¿Y quién puede creer que los mismos que apoyan las acciones del EIIL contra Siria realmente condenan su acción en Irak?

El pedido de la Casa Blanca de tener a su disposición 500 millones de dólares para apoyar la «oposición siria moderada», la misma que el presidente Obama había calificado de «incapaz de derrocar al presidente Assad», ha sido presentado como una implicación tardía de Washington en Siria. Para Thierry Meyssan, Siria no es el verdadero blanco. Estados Unidos está instalando importantes ejércitos alrededor de Irak pero amenaza un tercer objetivo.

Mientras la prensa europea se dispone a saludar la designación de Jean-Claude Juncker como presidente de la Comisión Europea presentándola como un «progreso democrático», Thierry Meyssan denuncia la voluntaria renuncia de los gobiernos europeos a sus prerrogativas, bajo la presión de Washington, y la nominación de un vulgar espía de Estados Unidos a la cabeza de la Unión Europea.

Mientras los medios de prensa occidentales presentan al Emirato Islámico en Irak y el Levante como una banda de yihadistas capaces de recitar el Corán de memoria, ese grupo armado ha iniciado en Irak la guerra del petróleo. Con ayuda de Israel, el EIIL ha cortado el abastecimiento de petróleo a Siria y ha hecho posible que el gobierno local del Kurdistán pueda robarse el petróleo de Kirkuk. La venta del crudo de Kirkuk se concretará a través de Aramco, compañía que disfrazará el robo haciéndolo pasar por un aumento de la producción «saudita».

La prensa internacional está presentando el repentino derrumbe del Estado iraquí como resultado de la ofensiva del grupo terrorista conocido como EIIL. Pero, ¿quién puede creerse que un Estado poderoso, armado y organizado por Washington pueda desmoronarse en una semana ante un grupo yihadista oficialmente independiente de otro Estado? ¿Y quién puede creer que los mismos que apoyan las acciones del EIIL contra Siria realmente condenan su acción en Irak? Thierry Meyssan revela el lado oculto de las cartas.

La prensa occidental presenta al yihadista franco-argelino Mehdi Nemmouche como responsable de los asesinatos del Museo Judío de Bruselas, perpetrados el 24 de mayo de 2014. El arresto de Nemmouche desató una ola de islamofobia en Europa. Para Thierry Meyssan no estamos ante un caso de antisemitismo ni de terrorismo. Nemmouche trabaja para un servicio de inteligencia y ejecutó a dos agentes israelíes. Lejos de tratar de explotar el hecho que Nemmouche es presentado como un terrorista que regresa de Siria, Thierry Meyssan se pregunta si la nueva estrategia militar de Washington consiste en incorporar yihadistas a los servicios de inteligencia atlantistas.

La elección presidencial siria ha sorprendido tanto a los sirios como a sus aliados y sus enemigos. La consulta, que los presentes en el terreno califican unánimemente de sincera, se concretó con la participación del 73,42% de los electores, a pesar de que algunos no tuvieron la posibilidad de acudir a las urnas debido a la ocupación de los mercenarios extranjeros sobre una parte del país. El presidente saliente, Bachar al-Assad, obtuvo el 88,7% de los sufragios y fue reelecto por 7 años.

El presidente Barack Obama acaba de explicar su doctrina estratégica. En su discurso de West Point, el presidente reafirmó la supremacía militar de Estados Unidos, cuando en realidad ese país se ve hoy técnicamente sobrepasado, tanto por Rusia como por China. Sabiéndose incapaz de enfrentar a Moscú, Washington prefiere pasar por alto la pérdida de Crimea y concentrarse en el enemigo que le ha servido de comodín desde hace más de una década: el terrorismo. Así que el presidente Obama acaba de anunciar un amplio programa de lucha contra el terrorismo, cuando numerosos campamentos de al-Qaeda se hallan precisamente en suelo de países ocupados por la OTAN, e incluso de países que son miembros de ese bloque militar. Para terminar, Obama reiteró su respaldo a la «oposición siria» y prometió que no dejará de prestarle ayuda… cuando logre obtener la aprobación del (...)

La propuesta de Laurent Fabius de llevar a la Corte Penal Internacional los crímenes cometidos en Siria fue rechazada en la ONU. El problema es que, tras las apariencias de justicia, la CPI es un instrumento del imperialismo occidental. Sus procedimientos mismos son grotescos ya que ese órgano no vacila en inventar crímenes imaginarios para condenar a los acusados y participa en cuanta operación de intoxicación emprende la OTAN. Sí, queremos justicia. Y habría que comenzar precisamente juzgando al señor Laurent Fabius por los crímenes que ha cometido en contra de Siria.

El mundo está cambiando. Antes había una derecha capitalista y una izquierda socialista. Ahora, Estados Unidos domina el mundo y la primera disyuntiva que todo el mundo se plantea es entre ponerse al servicio de ese país o resistir. Como ya sucedió durante la Segunda Guerra Mundial, podemos encontrar todas las ideologías en cada bando. Por el momento, Washington está coordinando en Europa la alianza entre nazis y yihadistas, con la bendición de los rusos anti-Putin.
«Ante nuestra mirada»
Liberación de Homs, principio del fin de la agresión contra Siriapor
Thierry Meyssan

La liberación de Homs, tercera ciudad en importancia de la República Árabe Siria, está lejos de ser un acontecimiento más en la guerra de la OTAN y del Consejo de Cooperación del Golfo contra ese país. Para Thierry Meyssan, el acuerdo sobre Homs entre la República Árabe Siria y sus agresores parece ser el preludio de un rápido fin de la guerra. Y puede venir acompañado de una redistribución de los papeles en el escenario regional.

¿Qué pasó realmente el 2 de mayo de 2014 en la Casa de los Sindicatos de Odesa? Según el nuevo régimen de Kiev, un enfrentamiento entre pro-rusos y pro-Kiev derivó en un incendio en el que murieron 38 personas. Las imágenes disponibles (fotos y videos) muestran otra cosa.

El informe anual del Departamento de Estado sobre el terrorismo en el mundo está lleno de contradicciones y sobre todo de omisiones. Al leerlo parece que Siria es el centro mundial del terrorismo, pero no se menciona que ningún sirio haya sido víctima del terrorismo durante el año analizado (2013). Por cierto, según ese informe Siria no es un país afectado por el terrorismo sino, por el contrario, el principal y más antiguo patrocinador del terrorismo en el mundo entero. Thierry Meyssan analiza este sorprendente trabajo de propaganda.

Mientras los países miembros de la OTAN y del Consejo de Cooperación del Golfo persisten en presentar Siria como una dictadura, el Estado sirio sigue adelante con sus reformas. A pesar de la guerra que sigue devastando parte del país, el pueblo ha sido convocado a participar el 3 de junio en la elección que le permitirá escoger el presidente de la República Árabe Siria. Damasco hace todo lo posible por organizar una elección democrática e irreprochable mientras que sus agresores ordenan a sus medios de prensa limitar al máximo la cobertura del escrutinio y a los yihadistas que se esfuercen –también al máximo– por sabotearlo.

La propaganda del Imperio anglosajón nos ha hecho creer que Estados Unidos es «el país de la libertad» y que sus guerras no tienen otro objetivo que la defensa de sus ideales. Pero la crisis ucraniana acaba de modificar las reglas del juego: Washington y sus aliados han perdido el monopolio de la palabra. El gobierno y los medios de prensa de otro gran Estado, Rusia, están rebatiendo abiertamente las mentiras que desde hace un siglo sirvieron de basamento al Imperio anglosajón. En estos tiempos de satélites y de internet, la propaganda anglosajona ya no funciona.
¡Con las manos en la masa!
Ucrania: Polonia entrenó a los golpistas 2 meses antes de Maidanpor
Thierry Meyssan

Dicen que la mentira tiene las piernas cortas. Sólo 2 meses después del cambio de régimen en Kiev, la prensa polaca publica revelaciones sobre la implicación del gobierno de Donald Tusk en la preparación del golpe de Estado. Esta nueva información contradice todo el discurso occidental y demuestra que el actual gobierno provisional de Alexander Turchinov fue impuesto por la OTAN en violación del derecho internacional.

La opinión pública francesa ha recibido con escepticismo la nominación de un nuevo gobierno luego de la derrota electoral de los socialistas en las elecciones municipales. La resignación parece ser el sentimiento generalizado antes las reformas anunciadas como necesarias para el interés económico general. En realidad, observa Thierry Meyssan, el cambio de gobierno nada tiene que ver ni con el fracaso económico ni con la derrota electoral sino que sigue un ejemplo histórico que le permite al presidente Francois Hollande ir revelando poco a poco sus opciones políticas personales. Lo mismo sucede con la reforma territorial, que nada tiene que ver con presuntos ahorros de presupuesto sino con el proyecto de liquidación de la República Francesa.

Después del fracaso de Ginebra 2, el enviado especial de los secretarios generales de la ONU y de la Liga Árabe ha evitado cuidadosamente fijar fecha para un nuevo encuentro. Lo que sí ha hecho es seguir acusando a Siria de ser culpable de la guerra de la que ese mismo país es víctima. Thierry Meyssan estima que en este asunto el señor Brahimi no sólo era a la vez juez y parte sino que su mandato consistía en infligir a Siria lo que ya impuso en el pasado a su propio país: la guerra.

Desde que el primer ministro Recep Tayyip Erdogan reveló que siempre fue miembro de la Hermandad Musulmana, la evolución política turca es comparable a la de Egipto: el indiscutible respaldo a Erdogan es tan grande como el odio que suscita. El país está más dividido que nunca, no se vislumbra ninguna solución democrática y el resultado –sea cual sea– estará marcado por la violencia.

Más allá del enfático llanto de Occidente por la adhesión de Crimea a la Federación Rusa, lo verdaderamente interesante sería saber si se trata de un fenómeno aislado o si estamos ante el inicio de una tendencia más generalizada de Europa oriental a inclinarse hacia Moscú. Al no tener otra cosa que ofrecer, aparte de la ya harto conocida sumisión a la burocracia de Bruselas, la Unión Europea teme que sus actuales clientes puedan sentirse atraídos por la libertad y las posibilidades financieras de Moscú.

En el mundo globalizado, cada conflicto está vinculado a los demás. Lo que hoy sucede en Ucrania se refleja, por lo tanto, en otras regiones. Para Thierry Meyssan, las bravatas de Washington no tienen como objetivo hacerle la guerra a Moscú sino empujar a los europeos a meterse en dificultades, en beneficio de Estados Unidos. Al mismo tiempo, el abandono del proceso de Ginebra puede ser una manera de dejar de lado los intereses de Arabia Saudita y concentrarse en el arreglo de la cuestión palestina.

Las potencias occidentales reconocieron de inmediato el gobierno ucraniano, instaurado como resultado de un golpe de Estado. Ese gobierno incluye varios miembros de organizaciones abierta y explícitamente nazis. Entre esos individuos hay tres líderes que se distinguieron produciendo imágenes que mostraban agresiones y torturas falsas para convencer a la opinión pública de la crueldad del presidente, democráticamente electo, Viktor Yanukovich. Por cierto, el secretario adjunto del Consejo de Seguridad Nacional de Ucrania reconoce que tiene relaciones con al-Qaeda.

Mientras los dirigentes de la OTAN se regocijan por el golpe de Estado en Kiev, presentado a la opinión pública de Occidente como una nueva revolución, en el terreno se invierte la situación. Después de desplazar a un gobierno de delincuentes que buscaban el mejor postor entre Washington y Moscú, ahora son los agentes de Estados Unidos quienes se ven obligados –ya en el ejercicio del poder– a enfrentar los disturbios que anteriormente organizaron. El problema es que el país está arruinado y nadie, sea quien sea, podrá sacarlo rápidamente de la bancarrota. Y ahora Rusia puede defender sus intereses sin tener por ello que asumir las consecuencias de los 20 años de corrupción que antecedieron la nueva situación.

El poder de un Estado se mide a la vez por su capacidad para defenderse y por su posibilidad de atacar en uno o varios frentes. Bajo esa óptica, Washington está tratando –por primera vez– de demostrar que es capaz de derrocar tres gobiernos simultáneamente: en Siria, en Ucrania y en Venezuela. Creyendo que, si lo logra, ningún gobierno tendrá ya posibilidades de hacerle frente.

Mientras negocia en Ginebra con una mano, Washington prepara con la otra una nueva operación militar contra Siria. Su intención es tratar de adelantar sus peones, sea cual sea la evolución de los acontecimientos. La guerra no le cuesta nada y los muertos los ponen los sirios. Para ganar tiempo, Washington llevó a Ginebra una Declaración presentada por «la oposición». Tras una retorica consensual, el documento contiene tres trampas que Thierry Meyssan desmonta para nuestros lectores.

El brusco giro de la posición estadounidense en vísperas de la conferencia Ginebra 2 ha causado estupefacción. Washington ya no reclamaba una transición entre guerra y paz sino entre la Siria de Bachar al-Assad y otra diferente, bajo la dominación de Arabia Saudita. Thierry Meyssan estima que este cambio de posición tenía como objetivo desviar la atención de los medios hacia Siria mientras se negocia en secreto el tema de más interés para Estados Unidos: Palestina.

En Europa Occidental, la opinión pública observa erróneamente la crisis ucraniana como una simple rivalidad entre occidentales y rusos. Pero lo que le interesa a Washington no es que Ucrania se incorpore a la Unión Europea sino privar a Rusia de uno de sus socios históricos. Y para lograr su objetivo, Estados Unidos está dispuesto a provocar una nueva guerra civil en Europa.

Desde la guerra de Afganistán contra los soviéticos, numerosos autores han mencionado el papel de Estados Unidos en el financiamiento del terrorismo internacional. Pero hasta ahora se trataba de acciones secretas cuya existencia Washington nunca reconocía mientras estaban teniendo lugar. En el caso de Siria se ha dado un paso decisivo: el Congreso estadounidense ha votado financiamiento y armamento para dos organizaciones que representan a al-Qaeda. Lo que hasta ahora fue un secreto a voces se ha convertido en la política oficial del «país de la libertad»: el terrorismo.

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