Copala hoy: bajo la metralla / Calderón reedita la Guerra Sucia / Los prisioneros de la “guerra” contra el narco / Corrupción y dispendio: legado de Osuna en la Cofetel / Supervía poniente: el desastre ecológico / “Excesos” de la Patrulla Fronteriza estadunidense, “por temor” / Oficio de papel / Dos proyectos se enfrentan / El México bárbaro y la Corte nada suprema / Cómo me gustaría estar equivocado / La Fundación Manuel Buendía y las embestidas calderonistas / Bolivia y Venezuela frente al espejo de la Cepal / AMLO: La mafia que se adueñó de México y el 2012… / Al mejor postor

Hace más de siete meses que nadie puede caminar por las calles de San Juan Copala, el centro político y ceremonial de la cultura triqui, en el poniente del estado mexicano de Oaxaca. Desde aquel 28 de noviembre de 2009, cuando las primeras ráfagas de fusiles de asalto AK-47 y AR-15 obligaron a los pobladores a recluirse en sus casas, han pasado 219 días.

Al menos un centenar de activistas, periodistas y políticos han sido ejecutados en el gobierno de Calderón Hinojosa. En este mismo periodo, la PGR admite tener conocimiento de 35 crímenes de lesa humanidad. Mientras la estrategia militar antinarcóticos incluye caravanas de la muerte, el Estado mexicano se ve implicado en miles de ejecuciones extrajudiciales de civiles y supuestos delincuentes

Desde el inicio del gobierno de Felipe Calderón, los arraigos de supuestos delincuentes en instalaciones militares se cuentan por decenas. Tanto el Ejército Mexicano como la Procuraduría General de la República se niegan a informar del número total de civiles “bajo custodia” militar. Organizaciones defensoras de derechos humanos documentan torturas y abusos de quienes sobreviven a las cárceles castrenses. Ninguna autoridad civil tiene siquiera conocimiento de lo que sucede en esos centros de reclusión

Como presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, Héctor Osuna Jaime gastó más de 60 millones de pesos en “asesorías” y “estudios” en sólo cuatro años. Entre los contratados por el excomisionado, figuran funcionarios en activo y personajes vinculados con dos polémicos episodios en la historia de las telecomunicaciones en México: la aprobación de la Ley Televisa y el litigio promovido por Unefon, por el que el Estado perdió 546 millones de pesos

La Procuraduría Ambiental del Distrito Federal reconoce que el proyecto de la Supervía, por realizarse en el poniente de la ciudad, no deja a salvo los derechos ambientales y territoriales de los habitantes de la zona. A pesar de las deficiencias del proyecto –señaladas por una instancia de la propia administración de Marcelo Ebrard– y de que el dictamen de la Secretaría del Medio Ambiente no ha sido emitido, el gobierno perredista inicia la construcción de la vialidad. Decenas de miles de árboles (algunos de ellos de especies amenazadas) serán talados y se lesionará el hábitat de especies animales en peligro. Se “incumple la Ley Ambiental”, señala el documento oficial

En la línea entre México y Estados Unidos, los agentes de la Patrulla Fronteriza son “el primer bastión de la seguridad” para contener, perseguir y apresar a quienes se filtran a ese país sin visa. Ante tal responsabilidad, los uniformados repelen un “ataque” de piedras con balas de 40 milímetros contra un joven como Sergio Adrián Hernández, lo mismo que apalean y aplican descargas eléctricas al cuerpo de Anastasio Hernández hasta matarlo. “Están demasiado neuróticos y les conviene ir al siquiatra”, propone un analista

El enfrentamiento entre dos proyectos se agudiza. Uno es el proyecto social que defiende los derechos de todos los seres humanos, buscando nuevas soluciones para lograr el desarrollo y el bienestar de la sociedad, utilizando los avances y potencialidades del mundo moderno para resolver los viejos problemas de la humanidad, lograr trabajo, paz y vida digna y un medio ambiente sano y sustentable, y se opone al proyecto antisocial que prioriza los intereses de las grandes corporaciones capitalistas, que niegan los derechos individuales, los de pueblos y naciones, y degradan el medio ambiente.

La portada de « El libro negro de la justicia chilena » (1999), de la periodista Alejandra Matus, ilustra elocuentemente el alto grado de envilecimiento al que llegó el Poder Judicial y la Suprema Corte de su país durante el pinochetismo, que subvirtió a sangre fuego el orden constitucional, impuso sus propias leyes y sus magistrados a modo: tres simios sentados en flemáticas sillas, uno tapándose los ojos; otro, los oídos, y uno más, la boca.
La Habana (Cuba) | 5 de julio de 2010
Los que determinan cada paso del peor enemigo de la humanidad –¿el imperialismo de Estados Unidos, una mezcla de mezquinos intereses materiales, desprecio y subestimación a las demás personas que habitan el planeta? – lo han calculado todo con precisión matemática.
Los que determinan cada paso del peor enemigo de la humanidad –¿el imperialismo de Estados Unidos, una mezcla de mezquinos intereses materiales, desprecio y subestimación a las demás personas que habitan el planeta? – lo han calculado todo con precisión matemática.

La República Bolivariana de Venezuela y el Estado Plurinacional de Bolivia han registrado un avance notorio “en la relación entre las condiciones socioeconómicas objetivas en la región y la percepción y expectativas que de ellas tiene la población”, según se desprende del estudio América Latina frente al espejo. Dimensiones objetivas y subjetivas de la inequidad social y el bienestar en la región, publicado el 10 de junio pasado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Con ello se confirma la certidumbre que han brindado a sus respectivas poblaciones las políticas públicas puestas en marcha por los gobiernos de ambos países.
Ciudad de México (México) | 5 de julio de 2010
¡Insólito! Lo dijo Felipe Calderón hace poco: la justicia en México se vende al mejor postor. Casi todos lo hemos padecido. Basta encontrarse un supuesto agente del orden o llegar a una delegación. Incluso, hasta para un trámite, hay que entrarle, como dicen los burócratas. En el otro extremo, las elites: recomendaciones, favores, amiguismo y, lo más irritante, la impunidad.
¡Insólito! Lo dijo Felipe Calderón hace poco: la justicia en México se vende al mejor postor. Casi todos lo hemos padecido. Basta encontrarse un supuesto agente del orden o llegar a una delegación. Incluso, hasta para un trámite, hay que entrarle, como dicen los burócratas. En el otro extremo, las elites: recomendaciones, favores, amiguismo y, lo más irritante, la impunidad.
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