Ningún sancionado por violencia contra mujeres y niñas / Fraudes en Plaza México, impunes / CAF y la línea 12 del Metro / Los genocidios e impunidad de los Larrea y su Grupo (homicida) México /

Al menos 18 casos de extrema violencia contra mujeres y niñas, que involucran a una o más víctimas, perpetrados en territorio mexicano han escalado al Sistema Interamericano de Protección de Derechos Humanos de 1998 a la fecha. Se trata de feminicidios, desapariciones y violaciones sexuales. Tres de ellos recorrieron todo el proceso y significaron sentencias condenatorias contra el Estado mexicano. No obstante, en el país “no existe ni una sola persona sancionada efectivamente” por los hechos en cuestión. Marcia Aguiluz, directora del Programa para Centroamérica y México del Cejil –organización no gubernamental con estatus consultivo ante la OEA y la ONU–, dice que, en la práctica, el Estado tolera las manifestaciones de violencia cuando éstas no son investigadas ni los responsables son procesados y (...)

En sus 4 décadas de historia, la Profeco no ha logrado garantizar los derechos de los aficionados que acuden a las corridas organizadas en la Plaza de Toros México. Expedientes obtenidos por Contralínea demuestran que los funcionarios de la Procuraduría que han intentado entrar al coso para documentar los fraudes a la afición, que se realizarían prácticamente en cada corrida, han recibido insultos, negativas y portazos. Y ante las multas impuestas, los empresarios han interpuesto procesos que invariablemente han ganado. La única vez que se pudo verificar la báscula, se demostró que en la plaza más grande del mundo se pueden dar corridas sin siquiera haber pesado a los astados

CAF y la línea 12 del Metro
Marcelo Ebrad debe ser procesado
Indagan contratos en Sedena

El envenenamiento con sulfato de cobre en el afluente del Río Sonora, de nombre Bacanuchi, que los Germán Larrea y sus capataces –que acumulan ya 72 recomendaciones por las inseguridades y descuidos en la mina Buenavista del Cobre– in-ten-cio-nal-men-te contaminaron, incluyendo los pozos y el uso potable del líquido, ha sido un hecho más de los no menos de 20 casos en los que mineros, el medio ambiente y arroyos han sufrido por los abusos de la familia Larrea, siempre escondida para no dar la cara.