El sector de la salud es intensivo; sus trabajadores constituyen un segmento importante de la población activa y realizan una gran variedad de labores técnicas, profesionales y auxiliares, en muy diversas áreas.

Además del personal sanitario, técnicos de laboratorio, farmacéuticos, trabajadores sociales y otros especialistas clínicos, el sector de la salud emplea personal administrativo, de limpieza, restauración y lavandería, así como electricistas, pintores y personal de mantenimiento dedicado a conservar y reparar los edificios y el equipo hospitalario.

Todo este segmento de la salud no se encuentra presupuestado adecuadamente; los gobiernos no prestan apoyo a programas de salud preventiva y curativa como quisiéramos los trabajadores de la salud, debido a la política neoliberal que trata en todo momento de privatizar y asfixiar este importante sector.

Esto produce una situación especial, dado que nuestros pacientes se sienten de alguna manera desprotegidos de la atención que deberían de recibir, y nos vemos avocados a darles una atención dentro de las posibilidades en que nos manejamos: equipos médicos a punto de colapsar, hospitales con mobiliarios a punto de destruirse y no olvidemos, lo que sucedió en un Hospital de la provincia de Manabí, donde se presentaron situaciones especiales en lo referente a su infraestructura. (Esperamos que con el gobierno de Rabel Correa, la situación cambie)

Por último, las tensiones presupuestarias provocadas por la espiral de los costos de la asistencia sanitaria han obligado a reestructurar a los hospitales públicos; se pretende reorganizar este sector a nivel de los países en desarrollo, pero manteniéndose el derecho constitucional de la salud gratuita; esta iniciativa la lidera el Movimiento Mundial por la Salud de los Pueblos (MSP), por ello ha emprendido proyectos de la Atención Primaria de Salud Integral.

Debemos de felicitar al trabajador de la salud por la labor sacrificada que realiza a favor de su pueblo, trabajando y corriendo riesgos de contagiase de enfermedades hospitalarias a que están expuestos. Si alguna vez se han preguntado cómo trabajar con pacientes y conservar la salud, la respuesta es que no se puede. Aunque esta respuesta no ha variado, los riesgos potenciales han evolucionado ostensiblemente, desde las enfermedades infecciosas, las lesiones de la columna vertebral y de otro tipo, hasta una serie de exposiciones a factores ambientales, físicos y psicosociales potencialmente tóxicos; sin embargo se ha logrado progresos en la prevención de riesgos para la salud y la seguridad en los hospitales (en la conferencia sobre riesgos profesionales organizada por la OMS, en 1981, se establecieron áreas de riesgos especialmente graves: cortes laceraciones y fracturas; lesiones de la columna vertebral; escasez de equipo de protección individual y deficiente mantenimiento de los equipos mecánicos y eléctrico, entre otros.).