La Comisión propone hoy medidas concretas para evitar un aumento de los casos de COVID-19 en la próxima temporada de otoño e invierno. La Comisión insta a los Estados miembros a poner en marcha las estrategias y estructuras necesarias, incluidas aquellas relativas a la vacunación contra la COVID-19 y la vigilancia, a fin de responder a futuros brotes de manera rápida y sostenida. El objetivo principal de las acciones propuestas por la Comisión es aumentar la administración de vacunas, incluidas las vacunas adaptadas y nuevas, y garantizar que todos los ciudadanos estén bien protegidos.

El vicepresidente para la Promoción de nuestro Modo de Vida Europeo, Margaritis Schinas, ha declarado lo siguiente: «Los dos últimos años han preparado a la UE para hacer frente a otra ola de COVID-19 este otoño e invierno. Las acciones que emprendamos ahora determinarán en gran medida el futuro de la pandemia y el nivel de inmunidad que la población puede alcanzar. Los Estados miembros deben proseguir la coordinación de los esfuerzos de preparación en toda la UE antes de la próxima ola y conseguir un mayor despliegue de los programas de vacunación. Actuar ahora reducirá la presión sobre los sistemas sanitarios, las perturbaciones de las economías y los retos para la sociedad».

Stella Kyriakides, comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria, ha declarado lo siguiente: «La pandemia sigue estando muy presente entre nosotros. Debemos actuar ahora, juntos, de manera coordinada y sostenida para ayudar a evitar un nuevo aumento de los casos graves de COVID-19. En ese sentido, es fundamental que todos los Estados miembros dispongan de estrategias de vacunación sólidas para prepararse para el otoño y el invierno, incluido el despliegue de las vacunas de refuerzo adaptadas que se han autorizado recientemente. Las carencias en la vacunación deben subsanarse con la máxima prioridad. También es esencial que se establezcan sistemas de vigilancia resilientes para controlar el desarrollo del virus, que se establezcan estrategias para la reintroducción de medidas eficaces de salud pública en caso necesario y que se refuerce la capacidad de los sistemas de asistencia sanitaria. Seamos claros: tenemos que estar preparados para hacer frente a otra temporada difícil».

Principales acciones en materia de vacunación contra la COVID-19

En particular, la Comisión insta a los Estados miembros a:

 Mejorar la tasa de vacunación entre las personas aptas a la pauta de primovacunación y a la primera dosis de refuerzo. Esto reviste especial importancia para los grupos de población con mayor riesgo de sufrir consecuencias graves y para los países con tasas de vacunación más bajas.
 Dar prioridad a la administración de una dosis de refuerzo adicional para grupos específicos de población, en particular las personas de 60 años o más y otros individuos aptos de cualquier edad en riesgo de enfermedad grave.
 Combinar las campañas de vacunación contra la COVID-19 y contra la gripe. Acompañar la vacunación con una comunicación clara y actualizada periódicamente, basada en la evolución epidemiológica, el análisis del comportamiento y la percepción pública.
 Garantizar una comunicación clara a la ciudadanía sobre los beneficios de la vacunación.

El 1 de septiembre, sobre la base de la recomendación de la Agencia Europea de Medicamentos, la Comisión autorizó en la UE las vacunas adaptadas a la variante ómicron de BioNTech Pfizer y Moderna. Otras medidas que deben adoptarse a la luz de la disponibilidad de vacunas nuevas y adaptadas contra la COVID-19 son:

 Desarrollar estrategias nacionales de vacunación que aclaren qué vacunas, incluidas las vacunas nuevas y adaptadas, deben administrarse y a qué grupos de población, también en vista de la posible aparición de nuevas variantes, sobre la base de las orientaciones que emitirán próximamente la Agencia Europea de Medicamentos y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades.
 Garantizar una capacidad logística suficiente para administrar las vacunas tan pronto como se distribuyan vacunas nuevas y adaptadas.

Otras acciones más allá de la vacunación

La vigilancia de virus respiratorios como la gripe, la COVID-19 y otros es esencial para comprender mejor cómo se propaga y evoluciona el virus.

En función de las situaciones epidemiológicas, las intervenciones no farmacéuticas destinadas a limitar la propagación del virus, como el uso de mascarillas o la limitación del tamaño de las concentraciones de personas, siguen siendo una parte crucial del conjunto de instrumentos de los Estados miembros. Es importante que todos los Estados miembros estén preparados para reintroducir medidas de salud pública basadas en umbrales claros. Todas las medidas aplicadas en los centros escolares deben adaptarse al entorno educativo y al grupo de edad y mantenerse en un nivel mínimo para evitar perturbaciones de la educación.

La Comunicación también destaca la importancia de unas capacidades y de unos sistemas sanitarios sólidos en todos los Estados miembros. Debe mejorarse la preparación de los sistemas sanitarios ante brotes de enfermedades infecciosas y otro tipo de perturbaciones. También deben adoptarse medidas adicionales para apoyar la buena salud mental del personal sanitario y de la población en general.

Asimismo, se anima a los Estados miembros a aunar fuerzas en la recogida de pruebas actualizadas sobre los trastornos posteriores a la COVID-19 y a mejorar la formación del personal sanitario para avanzar en el reconocimiento de la COVID-19 persistente, especialmente en la atención primaria.

Además, los esfuerzos continuados para facilitar la libre circulación en la UE durante la pandemia de COVID-19 siguen siendo cruciales, tanto para las personas como para las mercancías. En el contexto de los viajes desde terceros países, la Comisión tiene la intención de proponer próximamente una revisión de la correspondiente Recomendación del Consejo, para tener en cuenta el cambio de la situación epidemiológica, el aumento de la vacunación en todo el mundo y la evolución de los requisitos de entrada en los Estados miembros.

Por último, para poner fin a la pandemia, sigue siendo crucial apoyar los esfuerzos que se están realizando a escala mundial para luchar contra la COVID-19. La UE seguirá trabajando con sus socios internacionales a fin de garantizar el rápido desarrollo, expansión y distribución equitativa de las vacunas en todo el mundo.

Contexto

La ola de verano de la COVID-19, provocada por las subvariantes BA.4 y BA.5 de ómicron, puso de manifiesto que la pandemia aún no ha terminado, dado que el virus sigue circulando por Europa y fuera de ella. Todos los Estados miembros han levantado la mayoría de las restricciones y sus poblaciones están experimentando la fatiga pandémica, lo que podría dar lugar a cambios de comportamiento.

Esto facilita la circulación rápida del virus en la UE, abriendo la puerta a la aparición de nuevas variantes que podrían eludir la inmunidad, propagarse más fácilmente o provocar una forma más grave de la enfermedad. Por tanto, es posible que los costosos beneficios obtenidos en la respuesta a la pandemia puedan perderse si no se controla el virus y se evitan nuevas infecciones.