Cada año recordamos en este día a todos los que murieron durante el genocidio perpetrado contra los armenios en la era otomana y reiteramos nuestro compromiso de hacer que nunca se repita una atrocidad como esa. Desde el 24 de abril de 1915, comenzando con el arresto de intelectuales armenios y de dirigentes de la comunidad armenia en Constantinopla, un millón y medio de armenios fueron deportados, masacrados o sometidos a las «Marchas de la muerte» durante una campaña de exterminio. Rendimos homenaje a las víctimas del Medz Yeghern para que la historia nunca olvide los horrores del pasado. Y lo recordamos en aras de mantenernos vigilantes ante la influencia corrosiva de todas las formas de odio.
La mayor parte de los sobrevivientes se vieron obligados a buscar nuevos hogares y nuevas vidas en todo el mundo, incluso en Estados Unidos. Con fuerza y resiliencia, el pueblo armenio sobrevivió y reconstruyó su comunidad. Durante decenios, los inmigrantes armenios han enriquecido a Estados Unidos de múltiples maneras, pero nunca olvidaron la historia trágica que trajo a nuestras costas tantos de sus ancestros. Rendimos homenaje a su historia. Vemos ese dolor. Afirmamos la historia. No lo hacemos para condenar sino para garantizar que lo sucedido nunca pueda repetirse.
Hoy, mientras lloramos lo que se perdió, volvamos también nuestros ojos hacia el futuro, hacia el mundo que queremos construir para nuestros hijos, un mundo no mancillado por los males cotidianos del sectarismo y la intolerancia, donde se respeten los derechos humanos y donde cada cual pueda vivir su vida con dignidad y seguridad. Renovemos nuestra decisión común de impedir que se produzcan otras atrocidades en cualquier lugar del mundo. Y trabajemos para seguir curando y reconciliando a todos los pueblos del mundo.
El pueblo estadounidense rinde homenaje a todos los armenios que murieron en el genocidio iniciado hace hoy 106 años.
Manténgase en contacto
Síganos en las redes sociales
Subscribe to weekly newsletter