El tema, que se ventila públicamente a través de los medios de forma intermitente, ha vuelto a la palestra y plantea nuevamente el tema sobre el manejo que hace el BCV de los recursos del Estado.
Y no es poca cosa cuando el ministro de Finanzas, Tobías Nóbrega, es quien lanza la advertencia desde el edificio muy cercano al del BCV, con cuyas autoridades se han tensado las relaciones por varios asuntos, que incluyen reclamos por parte del emisor en torno a una solicitud para mejorar la coordinación macroeconómica con el gobierno.

Nóbrega volvió a decir, a la estatal agencia de noticias Venpres, que el Banco Central de Venezuela ha dejado de entregar al Fisco la friolera de entre 3,0 y 5,0 billones de bolívares por concepto utilidades cambiarias no debidamente declaradas durante varios años. Con la entrega de 1,5 billones de bolívares en utilidades cambiarias al cierre del primer semestre del 2004, el BCV en este año ya ha entregado 2,4 billones de bolívares, debido a que para la segunda mitad de 2003 declaró 928 millardos de bolívares.

"Yo creo que hay un conjunto de utilidades por declarar por parte del Banco Central derivados de un manejo no muy claro en cuanto a la aplicación del método PEPS (primero en entrar, primero en salir), pero eso es un tema que nosotros sostenemos y un asunto que tendrá que dirimirse a través de los canales regulares. Cuando yo he dicho, que ese es un tema que hay que manejar con madurez, es precisamente porque hay que evitar algunas posiciones pueriles que desde el ente emisor se han manejado sobre esta materia", dijo Nóbrega el 8 de septiembre a la salida de un gabinete económico en el palacio presidencial de Miraflores.

Auditoría para el emisor

Recordó que el Banco Central de Venezuela es un instituto que está bajo la supervisión de la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (Sudeban) y que por ende tiene que obedecer las normas contables que le establece este organismo porque el ente emisor no "tiene ningún fuero ni autonomía contable".

Nóbrega tambien anunció que en breve se va a instrumentar una auditoría independiente al BCV, algo que no se ha hecho y que está consagrado en la Constitución refrendada en 1999.

Las declaraciones de Nóbrega siguieron a las del Superintendente de Bancos, Trino Alcides Díaz, quien desde antes de llegar a ese cargo ha sostenido que el emisior le debe al fisco un cuantos billones de bolívares por el tema de las utilidades cambiarias, generadas por las diferentes devaluaciones del vapuleado bolívar a lo largo de varios años.

El emisor siempre dice que no debe dinero y que las diferencias entre su metodología y la de sus supervisores son las que producen el abultado monto que estaría pendiente de entrega.

De hecho, la Superintendencia de Bancos fiscaliza al Banco Central de Venezuela porque estima que el instituto tendría que entregar entre 1 y 2,5 billones de bolívares más en utilidades cambiarias este año, lo que llevaría la cifra total hasta 4 billones en el 2004.

A principios del mes pasado, el emisor presentó sus estados financieros del primer semestre de este año y declaró utilidades por 1,5 billones de bolívares. Pero para el gobierno aún quedan montos pendientes. "Se calcula que existen entre 1 y 2,5 billones que no se han entregado, y por tanto el aporte de este año podría llegar a 4 billones", dijo Díaz.
"El método de contabilidad que se aplica es el PEPS (primero en entrar, primero en salir), de manera que todavía existen divisas que fueron adquiridas a precios bajos y al venderse a 1.920 bolívares existe una ganancia", explicó.

El Superintendente agregó que el reclamo de las utilidades cambiarias no son un antojo de quienes las reclaman. "Esto no es una cuestión de capricho. El Banco Central de Venezuela es una institución del Estado. Algunos entes en otras países entregan utilidades. Esas posiciones que señalan que los bancos centrales no puedan dar ganancias responden al auge de las teorías neoliberales. El BCV debe entregar sus ganancias", enfatizó el funcionario.

Recursos ficticios o reales

Explicó que entre fines de este mes e inicios del próximo podría estar lista la fiscalización sobre el emisor por lo que ya habría una definición más clara sobre el monto de las utilidades que a su juicio están faltando.

La consignación de la diferencia de parte del BCV al Fisco se realizaría en los primeros meses del 2005 junto con las ganancias que se obtendrán al cierre del segundo semestre del año.
La Sudeban quiere evaluar los estados financieros del BCV desde 1989 a 1999, cuando no se entregaron ganancias. Díaz sostiene que en ese lapso se tuvieron que generar utilidades, las cuales se estiman en 5 billones de bolívares.

Algunos analistas y economistas han dicho que la inyección de más recursos a la economía provocará una expansión de la liquidez, presionaría los precios y con ello la inflación y debilitaría aún más al bolívar.

Argumentan que los ajustes que pretende hacer la Sudeban generarán "recursos ficticios" que si no son aplicados coordinadamente a la economía generará grandes distorsiones, disparando aun más la liquidez en bolívares.

Pero, como siempre en estos casos, Nóbrega descartó ese análisis y respondió que el BCV ha distribuido utilidades cambiarias desde 1999 y "aquí no ha habido ningún proceso hiperinflacionario".

"El problema que tienen los economistas nuestros es que hablan mucho de macroeconomía pero parece que tienen muy poco conocimiento de lo que es economía real", apuntó. Añadió que hay mucho "irresponsable" hablando de temas macroeconómicos y de verdad no comprenden ni siquiera como se generan las utilidades cambiarias y explicó que "son tan reales como las utilidades cambiarias que obtienen los bancos o una casa de cambio".

"El dilema es que esas utilidades cambiarias antes se ocultaban y lo curioso además es que sobre esta materia hay varios notables economistas financieros de la oposición que sostenían estos mismos puntos de vista en el pasado pero que ahora se callan en el asunto por acomodación política", indicó.

Publicado en Revista Quantum No.31