En los ojos de Donato Camey están presentes el equilibrio y la armonía; su actitud de ser feliz acunando la tridimensionalidad de la vida (física, social y espiritual), determina que cada día se considere un ser humano más integral, más completo…

En los ojos de Donato Camey brilla aquella sabiduría ancestral de los abuelos mayas…

Desde hace diez años, Donato trabaja en salud comunitaria; el sentir cómo el conflicto armado de Guatemala abofeteó la sonrisa de su familia y la sumió en los horrores de la desesperanza, hizo que nuestro personaje estudie medicina, como una herramienta para ayudar a los huérfanos de alegría, de salud y de alimento…

Al doctorarse, Donato decidió que no trabajaría en la ciudad ni se encerraría en una clínica entre cuatro paredes; resolvió estar junto a su pueblo, en las comunidades, palpando las necesidades más urgentes y comprobando la magia del conocimiento ancestral: aquella energía, tenue y poderosa a la vez, valiosa para mantener la salud, no solo de los seres humanos, sino de todo el ecosistema en general.

“La cosmovisión maya reconoce y asume a la madre naturaleza como la maestra de maestras: nos enseña a vivir en armonía, no violenta la vida de otros, se complementa entre las autonomías en sus diversos ciclos, nos ha enseñado a respetar el espacio sagrado de cada ser viviente, valora a cada elemento existente, ya que reconoce que cada uno tiene una misión y una función importante para la continuidad de la vida”, asevera Donato Camey, en un tono calmo y pausado, tenue y poderoso a la vez…

Donato ha trabajado en el Ministerio de Salud de su país, principalmente en las zonas rurales; actualmente labora en la Asociación de Servicios Comunitarios de Salud, ASECSA: “Debemos seguir enriqueciéndonos para vivir de acuerdo a nuestra cosmovisión y no depender de ningún sistema occidental. En ese sentido, la sabiduría maya nos enseña que no existe inferioridad ni superioridad; nos invita a aceptarnos mutuamente. Sin embargo, en el sistema capitalista el ser humano no se acepta a sí mismo ni acepta a los demás; le gusta sentirse superior y tener potestad sobre los demás”, manifiesta Donato.

Nuestro personaje forma parte, además, del Movimiento para la Salud de los Pueblos – Centroamérica. Del 9 al 13 de junio participó en el Taller – Seminario “Resistencia Bacteriana, Enfermedades Infecciosas, Solidaridad Comunitaria y Ecosistemas”, que se efectuó en Cuenca.

Al referirse a la Resistencia Bacteriana, este profesional y activista de la salud asegura que las bacterias forman parte de nuestra existencia: “No es matándolas como vamos a generar más vida, recordemos que cada elemento tiene una misión y una función importante para la continuidad de la existencia. En nuestra concepción, las bacterias son parte del retoño permanente; son la realización y la perfección de la vida en la madre tierra; son parte del recorrido de la vida del creador y formador; son parte de la ruta y perfección del desenvolvimiento cósmico; son, en definitiva, parte de la comunidad universal que florece en la madre tierra”, señala Donato Camey, mientras en sus ojos brilla aquella sabiduría ancestral de los abuelos mayas…