Un estudio del Banco de Pagos Internacionales (BPI, también conocido bajo las siglas BIS correspondientes a Bank for International Settlements, ver explicaciones al respecto) enviado a todos los gobernadores de los bancos centrales señala que los Estados desarrollados nunca podrán pagar sus actuales deudas.

En países como Estados Unidos y Francia, la deuda nacional se elevará al 100% para el año 2011 y se acumulará después alcanzando rápidamente un importante nivel de insolvencia (más del 400% hacia el año 2040, si no hay cambios en los parámetros).

No es la primera vez que Estados acumulan deudas masivas, pero esto sucedía en tiempos de guerra y de acentuado crecimiento demográfico. Hoy en día, la deuda es consecuencia de un sistema cuyo desequilibrio se acentúa aun más debido al envejecimiento de la población.

El BPI señala que cuando los acreedores exijan que se les pague pondrán en quiebra a los Estados. Sólo los países que hayan alargado la vida activa de sus ciudadanos tendrán entonces alguna posibilidad de soportar el inevitable golpe.

En realidad, la cuestión de la jubilación no es sino un parámetro más entre tantos otros y sólo se menciona como una variable con el fin de preservar el desequilibrio del sistema, que funciona en primer lugar mediante una remuneración deficiente del trabajo en relación con el capital.

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Para comprender el problema estructural, ver «La gran transformación desde los años ochenta hasta la crisis actual, tanto en el Sur como en el Norte», por Eric Toussaint, Red Voltaire, 9 de septiembre de 2009.

Sobre la insolvencia de los Estados desarrollados, ver el texto íntegro del estudio del BPI (en inglés) «The future of public debt: prospects and implications», por Stephen G Cecchetti, M S Mohanty y Fabrizio Zampolli, Voltaire Network, 12 de abril de 2010.