Todo comenzó hace cuatro años, cuando el actual coordinador de Radio Pizarrón (FM 97.5), Alejandro Vicchi, presentó la idea de reactivar una emisora desde y para la escuela. Para algunos la propuesta era disparatada por las dificultades de expresión, tanto oral como escrita, que presentaban los alumnos. Sin embargo, quien por entonces asumía la dirección de la escuela, Mónica Coz, confió en el proyecto y brindó todo su apoyo al docente.

Así, en la escuela Dichiara de El Algarrobal, Las Heras, se desempolvaron los viejos equipos (guardados desde comienzos de los ‘90, tras el fracaso del “Programa Escuela Recreativa”) y comenzó el desafío, según un informe de la agencia ANdeNES.

Hoy, a partir del trabajo de los últimos años, “Radio Pizarrón” logró trascender los límites del establecimiento para interactuar con todo el barrio.

“Los comienzos fueron duros –recuerda Vicchi-. Primero hicimos una radio abierta porque los equipos eran obsoletos. Pero después pudimos comprar un equipo chiquito que nos permite tener un alcance de cuatro o cinco cuadras a la redonda”.

El objetivo desde el comienzo fue claro: “La escuela fallaba bastante en la lectura, la compresión de textos y la comunicación”, y la radio debía “llegar para dar una respuesta a eso”.

En las zonas marcadas por la vulnerabilidad social, la educación no siempre pude transitar por los rieles de la formalidad.

En El Algarrobo, el grueso de los chicos proviene de familias que migraron desde norte del país y Bolivia para trabajar en los hornos de ladrillos que abundan en el lugar.

Muchos presentan grandes dificultades de expresión no sólo por las diferencias de lectos, sino también por los condicionantes que surgen de la marginación y la discriminación.

“Tratamos de que puedan contar las cosas que les pasan a ellos y lo que sucede en los barrios. Tratamos de mostrar lo que los grandes medios no muestran. Estos medios sólo aparecen cuando hay algún asesinato o problemas de drogas”, explica el coordinador de la emisora.

Los resultados de la experiencia, según afirma Vicchi, son claramente tangibles: “A través de la radio se logró una comunicación que antes no se daba y pudieron aflorar condiciones de los chicos que estaban escondidas debajo de una baja autoestima”.

Los programas salen al aire los miércoles y viernes a la mañana y los jueves a la tarde. En los talleres participan alumnos de cuarto hasta séptimo grado y todos pasan por distintos roles: eligen la música, manejan la consola, seleccionan los contenidos, dicen la hora y la temperatura, conducen, opinan y argumentan.

Hasta este año, las instalaciones contaron con muy pocos recursos materiales, aunque se pudo equipar el estudio con una consola, una computadora, un par de micrófonos, grabadores y la pecera gracias al esfuerzo de los estudiantes, padres, docentes y donaciones de los vecinos.

Sin embargo, las perspectivas para la radio son ahora mucho más alentadoras. Recientemente, logró obtener un premio nacional de 35 mil pesos y una declaración de “interés público” por parte de la Legislatura provincial que permiten a toda la comunidad educativa programar un 2011 con muchas “novedades”.

“En adelante intentaremos que los chicos produzcan sus propias noticias. Vamos a comprar, entre otras cosas, más grabadores para que realicen las notas, para que puedan trabajar en la calle contando lo que sucede en el barrio”, adelanta el docente.

Fuente
Neuronas Attentats (Argentina)