La Federación de Industrias Alemanas (BDI) y el Boston Consulting Group estiman que adaptar las instalaciones industriales de Alemania a los objetivos que el gobierno de la ‎canciller Angela Merkel ha fijado para el año 2030 en materia de protección del medioambiente ‎costará al menos 860 000 millones de euros. ‎

Por consiguiente, la BDI está solicitando al Estado central una compensación de 280 000 millones de euros. Además, también está solicitando al gobierno de coalición –cuya formación todavía está en ‎proceso de negociación– que elimine los impuestos sobre todas las inversiones consideradas ‎‎«net zero», o sea que no produzcan emisiones de CO₂. ‎