Emiratos Árabes está tratando de salir de su actual situación de dependencia militar hacia ‎Estados Unidos y Francia. ‎

Hace unas pocas semanas, los satélites militares de Estados Unidos y Francia siguieron –durante ‎‎12 horas– todo el vuelo de drones de los hutis yemenitas hacia el territorio de Emiratos Árabes ‎Unidos, donde esos aparatos finalmente atacaron instalaciones de gran importancia para la ‎economía emiratí. ‎

Sin embargo, la administración Biden y el gobierno francés nunca avisaron a su “aliado” emiratí ‎del ataque que se le venía encima. Estados Unidos se limitó a informar después a los Emiratos ‎que estaba dispuesto a protegerlos ante ese tipo de ataques… si el gobierno y las fuerzas armadas ‎emiratíes siguen apoyando a Adén contra los hutis. ‎

El resultado es que Emiratos Árabes Unidos ha mantenido su implicación en Yemen, cuando ‎en realidad estaba buscando una puerta de salida. ‎

Ahora Abu Dabi y Dubai interpretan la operación militar especial rusa en Ucrania como la prueba ‎definitiva del debilitamiento de Occidente. Pero en vez de exponerse a represalias occidentales por volverse ‎bruscamente hacia Rusia, han optado por ponerse en contacto con China para modernizar la ‎fuerza aérea emiratí. ‎

Si Emiratos Árabes Unidos llega a concretar la compra de aviones de combate chinos, ‎Estados Unidos y Francia encontrarán muchas más dificultades para mantener sus ventas de ‎armas a los demás países del Golfo. ‎